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La Provincia Es el patrono de los folkloristas

¿Quién fue realmente San Francisco Solano?

En el resto del mundo, el santo es venerado cada 14 de julio, pero en Santiago del Estero su fiesta patronal es hoy. Entrá a la nota y conocé el motivo de este cambio y su sorprendente historia.

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Crédito: Otro de los milagros es haber amansado un toro.

San Francisco Solano es uno de los santos más venerados de América Latina, y reconocido en el mundo entero por su tarea de evangelización en "el nuevo mundo". Fue conocido por sus prodigios, y además por ser un eximio músico que acercaba a Dios, a través de su talento con el violín.

 

Es uno de los doce santos que pisaron tierras argentinas, y el primero en recorrer Santiago del Estero (la segunda fue Santa Ángela de la Cruz). En el resto del mundo, su fiesta patronal se recuerda cada 14 de julio, sin embargo, en nuestra provincia la fecha se trasladó al 24 de julio para ser coincidentes con el aniversario de la "Madre de Ciudades" y la festividad de Santiago Apóstol (que es mañana).

 

Fue conocido como el "taumaturgo del Nuevo Mundo", por los innumerables prodigios que le endilgaron, uno de ellos, realizado en Las Termas de Río Hondo, donde hoy funciona el Parque Agua Santa, el único sitio de la ciudad donde brota agua fría. Según cuenta la leyenda, por allí pasó el padre Solano y su intervención logró este milagro que posibilitó que los habitantes de hace más de 400 años, pudieran beber agua fría. 

 

Relata Contardo Miglioranza en su publicación "San Francisco Solano, el apóstol de América":

 

 

"El padre Francisco Solano se puso en marcha hacia Santiago del Estero. Pero, antes, le preguntó a nuestro conocido testigo, Pedro de Vildósola, a la sazón un joven de menos de 20 años pero ya con ganas de trotamundos, si quería acompañarlo.

El joven aceptó la invitación y, pensando en su formidable apetito, se preocupó de las provisiones. Pero el Padre desatendió sus afanes, diciendo que “no era necesario y que Dios proveería”.

Después de dos o tres buenas jornadas de camino y de 16 leguas de recorrido, llegaron al río Hondo —a poca distancia de la actual Las Termas de Río Hondo— que iba muy caudaloso, y no pudieron pasar.

“El acompañante se afligió mucho, tanto por no traer provisiones como porque el paraje estaba infestado por una insoportable plaga de mosquitos, tanto que, para que las cabalgaduras no se escaparan, hubo que manearlas”.

Por el oro lado del río había unas cuarenta carretas con sus conductores que esperaban que mermase el río. El cauce era hondo, pero no muy ancho y de una parte a ora podían transmitirse noticias y cuitas.

Ante todo, el Padre se compadeció del hambre del joven y le aseguró que “no tuviese pena, que Dios lo remediaría y les daría de comer”.

Luego el padre sacó una red y un anzuelo que traía de ordinario consigo, fue al río y “pescó gordo”, o sea, tal cantidad de peces que bastaron para los dos y para la docena de españoles y de otros tantos indios, que esperaban el vado del río.

Después el Padre dio orden de que todo el mundo se sentara, mientras él encendería el fuego y les prepararía la cena. Se arremangó los hábitos, preparó la cena y se la sirvió “atentamente”, como un gran señor.

Al final, se retiró, se puso bajo una carreta para pasar la noche y comió una mazorca, que fue su único alimento.

Vencida el hambre, quedaba aún la preocupación de los mosquitos. También inervino elPadre y durante la noche nadie sufrió molestia alguna. “La cosa causó mucha admiración”.

Quedaba todavía por resolverse el asunto más importante, el vado del río: pero también en ello pensó el padre Solano y consoló a todos, tanto de una orilla como de la otra, con estas hermosas perspectivas:

“No tengan pena. Mañana pasarán el río tan claro como un espejo”.

Y así fue, por supuesto. A las nueve del día siguiente, el río estaba bajo, claro y manso. Todos pudieron pasar de una parte a otra respectivamente.

Entre los pasajeros favorecidos había un sacerdote, Francisco Núñez, quien dio al Padre las más rendidas gracias y reverencias en nombre todos, por diversamente habría podido pasar el río hasta terminada la época de las lluvias.

Una vez que todos, tanto hombres como animales cruzaron el río, éste “volvió a ponerse muy caudaloso, sin poderse vadear y sin haber llovido”.

El episodio bíblico del paso del Mar Rojo, volvió a repetirse en pleno corazón argentino.

Continuando la marcha, nuestros viandantes llegaron a un paraje despoblado llamado “El Hospital”, donde se descargó un violento aguacero.

El padre Vildósola quedó completamente calado y hecho una sopa: en cambio al Padre parecía ni le hubiera rozado el agua. El joven le tocó el hábito y, besándoselo, le preguntó:

-Padre mío, ¿cómo yo vengo mojado y Vuestra Paternidad seco?

-Provéalo Dios –respondió el Padre. Y siguieron viaje.

 

Conocer su historia, su vida y estar cerca de su "espíritu" en nuestra provincia, es posible. Sólo hay que visitar el Museo de Arte Sacro, ubicado al lado de la Iglesia que lleva su nombre, y que permanece abierto de lunes a viernes de 8.30 a 12 y de 17.30 a 20. 

 

Allí se encuentra la Celda Capilla, donde rezaba San Francisco Solano y que fue habilitada al público el 24 de julio de 1969. Se realizó con el aporte del Museo Religioso del Norte Argentino “Madre Ana María Taboada” de la Casa de Belén.

 

Además, desde el 24 de julio de 1970 se halla a la veneración, una partícula del cráneo de San Francisco Solano que fuera enviada del Convento de Jesús de Lima. Ésta reliquia fue recibida solemnemente y está autentificada por el Cardenal Primado del Perú y Arzobispo de Lima, monseñor Juan Landazurit Riket OFM.

 

En 1769, y mediante la gestión de Fray Casimiro Bustamante se le dio el carácter de "Celda capilla", al sitio donde rezaba el santo. Está ubicada en el ángulo nordeste del convento Francisco. Cubre el espacio en que se encontraba la ceda que el santo montillano, levantó con sus propias manos, en 1592, cando vino a misionar al noroeste argentino, particularmente a Santiago del Estero, por ser cabeza de gobernación y también de la Diócesis de Tucumán. La "Celda capilla" tiene 5,25 m. de largo, por 2,80 m de ancho, y 3,92 m. de alto.

 

Las gruesas paredes son ladrillones antiguos y su puerta es de quebracho colorado, azueleada y de goznes con techo de bóveda. Presenta una hornacina en la pared cabecera donde se halla una imagen del santo, tallada en madera de ceibo vestida, de procedencia peruana. Es la imagen más antigua que se conoce en el país, y una de las primeras hechas después de la canonización del santo, en 1726 por el Papa Benedicto XIII; tiene aureolación diocesana desde el 23 de Julio de 1941.

 

La celda Capilla se reedificó en 1769, sobre la misma área. Fue declarada Monumento Histórico Provincial el 18/07/1993 y Monumento Histórico Nacional por decreto Nº 12.665.

 

Biografía

 

Francisco Solano nació en 1549, en Montilla, Andalucía, España.

 

Su padre era alcalde de la ciudad, y el jovencito desde muy pequeño se caracterizó por su habilidad en poner paz entre los que se peleaban. Cuando había algún duelo a espada, bastaba que Francisco corriera a donde los combatientes a suplicarles que no se pelearan más, para que hicieran las paces.

 

Si bien su objetivo era ir a misionar a África, fue designado a venir hasta América, en la campaña colonizadora encabezada por Cristóbal Colón que arrancó con su llegada en 1942. Los franciscanos llegaron en 1589, enviados por el rey Felipe II, con el fin de extender el cristianismo en esta región.

 

Solano falleció en 14 de julio de 1610. Ese día —afirman los teólogos— una bandada de pajaritos entró cantando a su habitación y el padre Francisco exclamó: "Que Dios sea glorificado", y expiró. Desde lejos las gentes vieron una rara iluminación en esa habitación durante toda la noche. San Francisco Solano: pídele a Dios muchas bendiciones para América.   

 

  

 

  

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