La Armada china botó hoy un nuevo destructor, el primero de una nueva generación equipado con modernos sistemas de defensa aérea, marina y submarina, un navío con 10.000 toneladas de desplazamiento de diseño y fabricación nacionales, en una ceremonia en el astillero del grupo naviero Jiangnan de Shanghai.
La nueva embarcación, la primera unidad de la clase 055, el mayor y más avanzado buque de este tipo en las fuerzas navales de toda Asia, cuenta con nuevos sistemas de lucha antiaérea, antisubmarina y antibuque, así como de defensa contra misiles, y se someterá a un exigente programa de pruebas, entre ellas la puesta a punto de equipos, atraque y navegación, consignaron las agencias Xinhua y EFE.
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Télam revela que el destructor cuenta con elevadas capacidades para recolectar información electrónica y constituye "un símbolo del desarrollo estratégico de las fuerzas navales chinas", indicó por su parte el diario del Ejército chino, PLA Daily, en su página de Internet.
El buque, desarrollado íntegramente en China, es considerablemente mayor y superior a la anterior generación de destructores chinos: la clase Luzhou, de 7.000 toneladas y cuya primera unidad entró en servicio en 2005.
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La nueva generación se asemeja en tamaño a la última serie de la clase "Arleigh Burke" de destructores estadounidenses, que comenzó en unas 8.500 toneladas y terminó en las 10.000.
Además, China botó a finales de abril su primer portaaviones desarrollado íntegramente en el país (el primero lo compró a Ucrania), en un nuevo paso de su objetivo por conseguir una poderosa Marina de alta mar, capaz de desarrollar misiones lejos de su territorio.
