Ni de penal pudo Independiente. No fue su noche. De manera increíble quedó al borde de la clasificación a la Copa Libertadores. Debía ganarle a Lanús para volver a la competencia internacional que tantas alegrías le dio pero no pudo.
Fue empate 1-1, con chances insólitas que fallaron los del Rojo debajo del arco. Y una actuación brillante de Esteban Andrada,el arquero de Lanús, que tuvo atajadas increíbles y hasta se quedó con el penal de Ezequiel Barco, a 17 minutos del final.
El partido arrancó con dominio absoluto de Lanús. Por si alguien tenía dudas de cómo afrontaría su último compromiso el equipo de Jorge Almirón teniendo en cuenta que podría favorecer a Banfield, su máximo rival, el Granate no dejó lugar a especulaciones.
Manejó la pelota a su antojo y al ritmo de Román Martínez. A su estilo, el visitante empezó a progresar en la cancha. Pep Sand salía del área para pivotear y los mediocampistas recibían la descarga con espacios.
El que no lograba sacar diferencias era Lautaro Acosta, bien neutralizado por los defensores de Independiente.
Pero pese a que la pelota era de Lanús las chances más claras eran para el local. A los 25 minutos Emanuel Rigoni tuvo una situación inmejorable: recibió solo en la puerta del área chica pero su remate salió pegado al palo.
Aunque minutos más tarde tendría su mejor revancha el mediocampista del Rojo, una de las grandes figuras del equipo desde que Ariel Holan se sentó en el banco de suplentes.
El ex hombre de Belgrano armó un golazo y coronó el mejor momento de Independiente con el 1-0. La paró de pecho y desde la medialuna sacó un derechazo fenomenal que se clavó en el ángulo superior izquierdo de Esteban Andrada.
Para ese entonces el local ya había acorralado a Lanús al ritmo de Ezequiel Barco y Martín Benítez, muy desequilibrantes en tres cuartos de cancha y difícil de agarrar para los volantes granates que terminaban corriéndolos desde atrás.
Es más, el Rojo pudo haberse ido al descanso con una diferencia mayor si Rigoni hubiese afinado mejor la puntería.
El arranque del segundo tiempo fue una extensión de ese buen rendimiento que había mostrado Independiente. Enseguida Andrada le tapó un mano a mano a Rigoni. Y de ese córner llegó un cabezazo de gol de Albertengo que obligó a una estirada genial del arquero de Lanús.
Y tantos goles perdió Independiente que Lanús se lo hizo pagar en su arco. Cuando menos lo merecía Nicolás Aguirre imitó a Rigoni y metió un gol calcado al del Rojo para empatar las acciones. Otro golazo, 1-1 y baldazo de agua fría para la multitud que llenó el Libertadores de América.
En pleno nerviosismo, Herrera bajó en el área a Rigoni e Independiente tuvo su gran oportunidad de penal a los 28 minutos. Encima, Aguirre fue expulsado por su reacción contra el árbitro Germán Delfino.
