El Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas es un buen momento para reflexionar sobre el tema y en más de 20 años de trabajo en el área de adicciones puedo asegurar que la mejor respuesta ante esta problemática es la que se construye entre todos. Por eso es fundamental la articulación entre la Nación, las provincias y los municipios, junto con las organizaciones sociales y las instituciones civiles.
En ese sentido, durante el primer año de gestión al frente de Sedronar relanzamos el Consejo Federal de Drogas (Cofedro), el espacio para debatir con las provincias las políticas públicas en drogas que había estado inactivo durante tres años, y pusimos en marcha el Programa Nacional Municipios en Acción, para acompañar a los gobiernos locales en la elaboración de una estrategia propia para el abordaje del consumo problemático de drogas y alcohol.
Además, a fin del año pasado, el presidente de la Nación, Mauricio Macri, decretó la Emergencia Nacional en Materia de Adicciones, reconociendo que el problema de la droga en Argentina es muy grave y estableciendo como prioridad disponer lo necesario a efectos de atender al abordaje integral.
En ese marco, desde Sedronar, tomamos la decisión política de invertir fuertemente en prevención, como nunca antes se había hecho en nuestro país.
Hasta el año pasado hacíamos una gran inversión en asistencia, pero muy poco en prevención. Nuestro objetivo es revertir esa pirámide y así poder invertir mucho más en los distintos programas preventivos; ya que cuanto más invirtamos en prevención menos deberemos destinar luego al tratamiento y la reinserción laboral.
Ya empezamos a trabajar la prevención en los ámbitos educativos y laborales, en contextos de encierro, vulnerabilidad y nocturnidad, y a través del arte, el deporte y la cultura. De esta manera, articulamos con otras dependencias gubernamentales, como así también con gremios, cámaras empresarias y organizaciones sociales e instituciones civiles.
En esa línea, estamos desarrollando un programa que convoque a todas las organizaciones de la sociedad civil para que presenten proyectos preventivos que van a ser financiados por la Nación. De esta manera, podrán lograr una continuidad y mayor impacto en la tarea que hacen y en la realidad que pretenden cambiar.
Sin embargo, todo este desarrollo, que es mucho, no es suficiente. No alcanza. Necesitamos que toda la sociedad se involucre genuinamente para hacerle frente a esta problemática. Pero, además, como argentinos debemos generar un cambio: necesitamos corregir nuestra mirada estigmatizadora del consumidor.
La discriminación de quien está atravesado por el consumo problemático de sustancias es una de las mayores causas de exclusión y tiene consecuencias muy concretas: afecta su autoestima, obstaculiza el pedido de ayuda y la búsqueda de tratamiento, y tiende a alejar a las personas que necesitan, más que nunca, comprensión y acompañamiento.
Por eso creo que debemos cambiar nuestra mirada estigmatizadora y, en lugar de juzgarlo y discriminarlo, debemos acercarnos a escucharlo, ofrecerle nuestro apoyo, interesarnos por los problemas que pueden estar ocasionando su consumo y, también, incentivarlo para que pida ayuda. La Línea 141, de orientación en adicciones de la Sedronar, es una vía posible. Funciona las 24 horas los 365 días del año de manera gratuita, anónima y tiene alcance nacional.
Desde el Estado estamos todos los días trabajando para mejorar la respuesta a esta problemática, pero, como expresé al comienzo, solos no podemos; necesitamos el involucramiento de todos. Tengo la firme convicción de que acompañar, ayudar y no estigmatizar es la mejor manera de cuidarnos entre todos.
