La del viernes fue una mañana complicada para el presidente Mauricio Macri y la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, porque fueron escrachados por un grupo de vecinos mientras estaban en Tigre. Ese día, por la tarde, desde el Gobierno salieron a condenar los agravios y a responsabilizar a “minorías militantes, intolerantes y agresivas”.
Docentes bonaerenses y vecinos protestaron contra el presidente y la gobernadora, quienes se retiraron de una librería en medio de insultos. El jefe de Estado y Vidal habían acudido a Tigre para encontrarse con un vecino.
Mientras el mandatario nacional se encontraba en el negocio, arribaron al lugar integrantes del gremio de docentes Suteba y vecinos de la zona, con carteles contra las gestiones de Cambiemos y megáfonos.
Al retirarse Macri y Vidal a bordo de un vehículo oficial, los manifestantes reclamaron a los gritos por la inflación, la falta de trabajo, los bajos salarios, la corrupción y la quita de las pensiones por discapacidad.