Desde hace algunos días, el nombre ERSA está relacionado a acciones indiscutiblemente solidarias de sus choferes, a través de la profusa divulgación en algunos medios de comunicación de acciones loables y de gran impacto en la sociedad.
Una de ellas es la protagonizada por un trabajador del volante afectado a la línea 114, quien le compró zapatos y algo para comer a un humilde pasajero.
En la provincia de Córdoba, donde la empresa enfrenta no sólo problemas de servicio sino además gravísimas acusaciones, un chofer también protagonizó un gesto solidario que tuvo profusa divulgación.
Según trascendió, los hechos no son aislados ni inconexos, sino por lo contrario formarían parte de una estrategia de comunicación pública de la empresa para “lavar” su imagen —desgastada— en la sociedad utilizando al personal contratado para tales efectos.
Siempre polémica
Debemos resaltar que ERSA estuvo acusada por millonarias negociaciones con reconocidos funcionarios de Córdoba, al pretender “quedarse” con el 50% de la planta automotor urbana del servicio de transporte; a esto se sumaría la detención de personal identificado con sus respectivos uniformes de la empresa por transportar marihuana y a quienes también se les secuestró clavos “miguelitos”.
Cabe mencionar, que la empresa se encuentra circulando en Corrientes, Resistencia, Córdoba, Santiago del Estero y Santa Fe y hace un año se quedó con la firma Micro Ómnibus Saavedra, empresa que circula en parte de la Capital Federal, en la provincia de Buenos Aires.
En nuestra provincia aquilata millonarias multas por infracciones de tránsito, incumplimiento de las frecuencias y el deplorable estado de la mayoría de sus unidades.
“No es una mera casualidad la explotación de la imagen de sus choferes en actos solidarios, según entendidos en Marketing y publicidad: Se trata de una campaña a nivel nacional para ‘limpiar’ su imagen pública, principalmente en redes sociales”, aseguró una calificada fuente.
Más de ochenta mil rehenes en los corredores
Incumplimiento de frecuencias, colectivos en estado deplorable de conservación y mantenimiento; maltrato por parte de algunos empleados de la empresa a la gente, principalmente en horas pico y reiterados incumplimientos para con el Estado municipal de la ciudad Capital son los tópicos que bien definen a ERSA como la empresa prestataria del servicio de transporte público de pasajeros que ha marcado un hito por ineficiencia merced a contar con más de 80 mil vecinos “cautivos” ya que, por razones de índole económica no pueden acceder al transporte semi público.
De nada han valido las advertencias de los concejales, las reuniones en comisión, los pedidos de informe y todo lo que el deliberativo capitalino accionó para que la empresa rectifique rumbos en su derrotero comercial en Santiago. Muy por el contrario, aquilata millones en deudas con el fisco municipal derivada de la permanente imposición de multas por incumplimiento de frecuencias (principalmente) y violaciones a la Ley de Tránsito. Los ciudadanos aún esperan las unidades nuevas comprometidas en oportunidad de solicitar el aumento del precio del boleto aduciendo ajustes en la ecuación económica de la empresa. ERSA, la de choferes solidarios y pésimo servicio quiere ahora explotar las buenas acciones de sus choferes, en beneficio de su imagen pública.
