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El País Monseñor

En su homilía ??áñez habló de los femicidios y el prolongado paro de transporte en Córdoba

El arzobispo ejemplificó la violencia con el conflicto del transporte urbano.

El arzobispo de Córdoba, Carlos Ñáñez, calificó hoy en su homilía dominical a los casos de femicidio como "el colmo de la violencia", y también se refirió al largo paro que desde hace una semana sostienen los choferes del transporte urbano de pasajeros.

 

"En Córdoba nos afectan y nos duelen situaciones de violencia que se traducen en actitudes de desprecio de la vida humana", dijo el prelado durante el oficio religioso en la parroquia Santísima Trinidad, del barrio Caseros.

 

Ñáñez apuntó especialmente a "los recientes episodios de femicidio, que son como el colmo de la violencia", que "comienza siendo verbal, luego se transforma en psicológica y termina siendo física con consecuencias trágicas e irreparables". 

 

Señaló seguidamente: "Una violencia que en el ámbito social tiene el origen en imprudencias verbales de algunos dirigentes que no miden suficientemente las consecuencias imprevisibles que sus dichos pueden desencadenar", en alusión a la posición de los delegados de los choferes de colectivos, que han provocado un paro del servicio en la capital cordobesa que hoy cumple su séptimo día consecutivo.

 

Esa imprudencia, dijo, "comporta una serie responsabilidad sobre quienes se expresan de esa manera. Sobre todo teniendo en cuenta que son referentes de distintos sectores y que tienen un protagonismo en la sociedad. Una violencia que afecta la institucionalidad" porque "no se respetan las normas que rigen las instituciones y la sociedad".

 

El arzobispo ejemplificó la violencia con el conflicto del transporte urbano o "cuando un funcionario emite con ligereza opiniones que afectan al estado de derecho vigente o lesionan al orden democrático".

 

"Lo que hemos sufrido en otros momentos en nuestra historia nos debe impulsar a no transitar caminos que se han mostrado infecundos y estériles. La Patria es un don de Dios confiado a nuestra libertad. Todos somos responsables de construir su grandeza que incluye el bienestar de todos los ciudadanos y somos responsables de evitar el fracaso, la frustración, la búsqueda en la consecución de esa grandeza", afirmó.

 

Al final de su homilía Ñáñez invitó a la comunidad católica y a los creyentes de otras tradiciones religiosas a encomendar en sus oraciones los destinos de "Córdoba y nuestra Patria para que los problemas se resuelvan pacíficamente, y a través del diálogo”.

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