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La fertilización asistida dio vida a 20 bebés y otros 30 embarazos

???Aparte de cumplir con todo tenemos que tener una fe muy grande???, expresaba la Dra. Ugozzoli.

Una respuesta salvó las esperanzas de muchas mujeres que anhelaban ser madres y por diversas circunstancias no podían. La reproducción asistida es un tratamiento que permitió la vida de unos 20 bebés en nuestra provincia, mientras otros 30 están en camino.

 

 

Así lo explicaba la Dra. Florencia Ugozzoli, directora del primer y único centro de fertilización en Santiago del Estero que funciona hace poco más de un año. Teniendo en cuenta que los tratamientos requieren períodos considerables, la especialista contó que, “se están dando muy buenos resultados” entre las parejas que desean un hijo.

 

 

El lapso de búsqueda parecía antes interminable. Hay mujeres que intentaron tener un bebé durante un año, 10 y hasta 20. “Mucha gente está sufriendo hace mucho tiempo y no tiene resultados y cuando se le da es muy alentador”, explicaba la profesional.

 

 

Actualmente, existen dos tipos de tratamientos de reproducción asistida. Por un lado, los de baja complejidad, que consisten en inseminaciones y, por otra parte los de alta complejidad, que pueden realizarse con óvulos de una donante. “Cuando los óvulos de esa persona no funcionan por algún motivo y la pareja tiene deseos de formar una familia existe un tratamiento de ‘ovodonación’”, planteó.

 

 

Ugozzoli señaló que las intervenciones de baja complejidad pueden realizarse por completo en nuestra provincia. Mientras que, para la ovodonación trabaja en conjunto con un centro de fertilidad de Tucumán, encargado de elegir la donante para cada caso. “Hacemos todo el tratamiento de la receptora aquí, que son 15 días más o menos y viajamos para hacer la trasferencia del embrión”.

 

 

Con gran satisfacción, sostuvo: “Estoy feliz por mi trabajo, es muy complejo; porque aparte de cumplir con todo tenemos que

 

tener una fe muy grande”.

 

La ovodonación, un tratamiento esperanzador

 

La Dra. Ugozzoli profundizó acerca de las causas por las que una mujer puede recurrir a la ovodonación, como alternativa para el embarazo.

 

 

La más frecuente se denomina “edad reproductiva avanzada”. “El primer descenso de la fertilidad es después de los 37 años, después de los 40 es el segundo y después de los 44 no se indica tratamiento con sus propios óvulos porque la probabilidad del embarazo es menor al 1%. Y si esa mujer llega a quedar embarazada con sus óvulos hay un 95% de posibilidades de que termine en una pérdida”, explicó.

 

 

Otra causa es la falla ovárica precoz. Esto se da en mujeres que dejan menstruar mucho antes de los 40 ó en aquellas que por diferentes motivos tuvieron que someterse a una extirpación de los ovarios.

 

 

También se recomienda la ovodonación a pacientes con antecedentes oncológicos que han recibido “tratamientos con quimioterapia o rayos. Hay muchas drogas que se usan para las leucemias o las patologías de mama que son tóxicas para el ovario y producen una falla ovárica”. La medicación se llama “gonadotóxica” y afecta el sistema reproductivo.

 

Donar óvulos, una decisión de altruistas

 

Consultada sobre la donación de óvulos, la especialista santiagueña manifestó que se trata de una decisión altruista que, en nuestro país se lleva a cabo de forma anónima.

 

 

Santiago del Estero no cuenta con un centro para tales fines, pero cualquier mujer que tenga la voluntad de donar puede hacerlo en Tucumán.

 

 

“Si una mujer tiene una hermana con problemas de infertilidad, no va a poder donarle, pero siempre queda con el sentimiento de querer ayudar; de decir ‘hay mujeres que tienen ese problema. No la puedo ayudar a mi hermana pero hay otras a las que sí podría”, planteó la Dra. Ugozzoli.

 

 

Asimismo, sostuvo que las donantes “pueden ser las que quieran, las que tengan intención” ya que deben hacerse los controles ginecológicos y estudios serológicos correspondientes para saber si están en condiciones de salud óptimas. Además se requiere un buen análisis psicológico.

 

 

En Tucumán “lo que se hace es buscar una donante que sea fenotípicamente parecida, con las características físicas similares a la receptora. Para ser una mujer donante debe estar fácilmente seis meses investigándose para descartar todas las enfermedades infecciosas,

problemas cromosómicos. Se realiza un control ginecológico general”, aclaró.

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