En el transcurso de una exposición –en Cámara Gesell– que fue supervisada por la fiscal Aída Farrán Serlé, el hermano de la asesinada Teresa Lobato, un chico de 14 años, ratificó lo que ya había manifestado en sede policial y aportó datos que apuntalarían las sospechas que se ciernen sobre individuos del entorno íntimo de la joven.
Durante la diligencia procesal, que se extendió hasta aproximadamente las 15 de ayer, el adolescente relató lo que sabía respecto de las personas que visitaban a su hermana, y que él veía cuando iba a acompañarla para que no estuviera sola –con su hijita– por las noches, ya que el esposo se encontraba en otra provincia trabajando.
El menor también comentó sobre quienes le hablaban por teléfono a Teresa o le enviaban mensajes en momentos que él estaba presente.
Si bien el menor dijo lo mismo que había dicho en sede policial, “quedó flotando la sensación de que no expresó todo lo que sabe”, indicaron algunas fuentes consultadas.
Por esa razón, la fiscal dispuso que al adolescente se le realice una entrevista psicológica, a los efectos de que se determine si es capaz de fabular o desvirtuar algunas cosas.
“Ella era muy reservada”
Ayer también testimonió la madre de Teresa Lobato, quien dijo que su hija “era muy reservada. Ella era tímida y contaba poco de sus cosas. Me contó sobre alguna supuesta amistad, pero cuando le dije que me cuente más, me dijo: ‘Ya te vas a enterar’ y se fue”.
“Teresa era reservada”, aseveró ayer la madre
En la jornada de hoy la fiscal Aída Farrán Serlé se abocará a “acomodar el legajo”, y a programar las declaraciones testimoniales “que ha partir del lunes próximo receptará”, indicaron las fuentes.
Mientras tanto, los investigadores de la División Homicidios y Delitos Comunes continúan realizando pesquisas en procura de reforzar algunos datos con que cuentan respecto de los sospechados.
La representante del Ministerio Público Fiscal también se encuentra a la espera de las distintas pericias que ordenó realizar, tanto en la cuestión genética, como las relacionadas a las comunicaciones telefónicas y mensajes de textos que concretaba la víctima, “los cuales necesitamos levantar, ya que hicieron desaparecer el aparato”, indicaron las fuentes.
