Silvia Süller atraviesa el peor momento de su vida. Sumergida en una grave crisis económica, acaba de reconocer que vive de sus ahorros y que está a punto de perder su casa y vivir en la calle.
La polémica rubia hace tiempo que está en esta situación. El año pasado, en un intento desesperado para rehacer su vida, se mudó a Miami. Según reveló su hermano, Guido Süller, su experiencia en los Estados Unidos fue bastante traumática. "Silvia viajó a los Estados Unidos para cerrar el círculo de 30 años en los medios de comunicación de la Argentina y comenzar una nueva carrera artística en el país del norte, pero después de dos entrevistas con el conductor Jaime Bayly, no tuvo ninguna otra oferta en la televisión", detalló a revista Pronto.
Y como no le fue fácil conseguir trabajo en lo suyo, Silvia terminó siendo cajera en un shopping por 25 dólares la hora. El horario era de cuatro de la tarde a dos de la mañana. Y además de hacer horas extras cada tanto, cuando alguien la reconocía y le pedía una foto, ella pedía cinco dólares a cambio. Pero como tenía visa de turista y se le estaba por vencer, Süller regresó a Buenos Aires con muy poca plata, motivo por el cual vive con sus padres en Villa Pueyrredón.
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"La verdad que no pudo conseguir trabajo y se le terminó la plata. Ahora está viviendo con mis padres. Yo era garante de su departamento y ella se fue dejándome una deuda enorme. Dos años de expensas, siete meses de ABL en una propiedad de Belgrano, más los intereses y los honorarios de los abogados", contó Guido.
En una ocasión, la ex de Silvio Soldán reveló que intentó cobrar por sexo en Estados Unidos. Y gente de su entorno aseguro, alguna vez, que llegó a ejercer la prostitución.
Su presente sigue siendo muy difícil y su futuro parece aún peor. De esto hablo con el portal Primiciasya donde afirmó:
"Vivo en un hotel desde antes de hacer temporada de verano. La historia es muy larga. Yo me fui a Estados Unidos y vendí todas mis cosas, me quedé sin nada. Volví porque mi papá se enfermó, está delicado. Vine con la idea de sacar la visa de trabajo en Estados Unidos para después volver. Yo tenía visa de turista. Cuando llegué, tenía 3 mil dólares en la billetera y sacando cosas lo perdí. Me quedé sin nada. Sin un peso. Por eso tuve que hacer la temporada de verano que ustedes saben cómo terminó, en un juicio laboral".
Y agregó: "Estoy viviendo de esos pequeños ahorros y de lo que gané en el verano. Igual estoy en juicio porque no cumplieron mi contrato. Eso va todo a juicio. Le pedí a Guido, mi hermano, que me ayude, que me lleve a su casa, él tiene cuatro habitaciones y me dijo que no. Después le dije que me preste el monoambiente que tiene en calle Corrientes y me contestó que lo tiene en venta. ¿Ese es el amor que me tiene? Le dije que me iba a quedar en el cordón de la calle si sigo pagando el hotel para vivir pero no le importó".
