Por más que el conflicto se resuelva la semana que viene, los ecos resonarán hasta mediados de año. Es que, desde el gobierno de María Eugenia Vidal se dispuso que los días de clase que se perdieron por las medidas de fuerza, sean recuperados en las vacaciones de invierno.
Esta disposición consta en una resolución de la Dirección General de Cultura y Educación de Buenos Aires que fue firmada ayer por el ministro de Educación de la Provincia bonaerense, Alejandro Finocchiaro, apenas comenzó el conflicto. Sin embargo, la medida trascendió esta semana.
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Según La Nación, la resolución cita el principio legal del interés superior del niño y se fijó un ciclo lectivo anual mínimo de 180 días para las escuelas de todo el país (Ley Nº 25.864). En esta línea se dispuso que “a fines de garantizar el pleno ejercicio del derecho a la educación, la continuidad pedagógica de los aprendizaje y los 180 días de clase", se establezca una "posibilidad de mantener encuentros presenciales con los alumnos durante el receso invernal".
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Cabe señalar que esta figura de “receso invernal” no es causal, sino que, desde el Gabinete de Vidal, se busca evitar hablar de las vacaciones a fin de desautorizar el principal argumento de los gremios contra la disposición oficial: que los docentes deban estar al frente del aula durante los días que están destinados al descanso, al igual que sus educandos.
Por tal motivo, las vacaciones de invierno, previstas durante este año entre el 17 y el 28 de julio para todos los niveles, se espera que sea un receso para los estudiantes, no así para los maestros. Sin embargo, es costumbre que también los docentes descansen en el transcurso de esas dos semanas.
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El malestar gremial no sólo tiene que ver con la pérdida de días de descanso. Responde sobre todo a que, si efectivamente se recuperaran las jornadas de paro durante las vacaciones, a los maestros no se les devolverán los descuentos por haber adherido a las medidas de fuerza.
