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La Provincia Por José María Cantos

Memoria

"Está dicho que los pueblos que olvidan su pasado se pierden en la noche de los tiempos".

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Cantos Crédito: El fundador del Multimedio, nominado a un doctorado honoris causa en DD.HH

Hoy recordamos con inmenso pesar los 41 años del golpe militar del 24 de marzo de 1976. Aquel día se iniciaba una de las noches más oscuras y tenebrosas de la historia argentina, que bañó de sangre, terror y dolor a los argentinos que fueron víctimas del latrocinio de una dictadura que recurrió al terrorismo de Estado para hacer desaparecer a millares de personas que consideraban “sus enemigos”, en una guerra sucia que no supo respetar los mínimos derechos legales y humanos.

 

Quienes hemos vivido en aquellos luctuosos años para el país y fuimos víctimas del menoscabo y el atropello a los derechos humanos y particulares, no sólo en lo que significó la lucha armada entre las fuerzas del gobierno de facto y las facciones de la guerrilla subversiva, sino también en cuanto a los derechos individuales que eran vulnerados por gobernantes y cómplices del proceso militar que buscaban privilegiar sus intereses, dejando en condiciones de indefensión a empresarios de la actividad privada, con el fin de beneficiar sus peculios personales o de grupo, como fue mi caso personal, cuando me despojaron de varias de las empresas que logré emprender a lo largo de mi vida en Santiago del Estero, tomamos conciencia de la necesidad de que a esta altura de la democracia recuperada la Justicia impere en su plenitud condenando a quienes fueron culpables de aquellas iniquidades y atropellos, y que el país inicie de una vez por todas la marcha por un camino donde la razón, la honestidad, la conciencia, la ley y el respeto por los derechos humanos sean la meta.

 

Cuando la Justicia comienza a imperar en un Estado democrático, los ciudadanos debemos dejar que los delitos que se cometieron tengan la debida sentencia para los culpables, pero no quedarnos en posiciones ideológicas cerradas que impidan construir puentes de entendimiento y acercamiento para ser constructores de un mañana mejor para nuestra Nación. Está dicho que los pueblos que olvidan su pasado se pierden en la noche de los tiempos. Seamos arquitectos y constructores de un país donde el “nunca más” referente a aquellos años de terror sea el lema para alcanzar la reconstrucción nacional.

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