Lo que debía ser una fiesta, terminó en tragedia. Dos muertos, decenas de heridos, corridas y un cementerio de zapatillas, retrotrajeron a la peor tragedia que vivió el rock argentino: Cromañón.
Como de cada provincia argentina, desde Santiago del Estero, también partieron decenas de micros llevando a los ricoteros, para presenciar una nueva “misa”, como denominan a los recitales.
Sin embargo, a los pocos minutos de iniciado el show, la avalancha humana provocó caos y desesperación. El “Indio” Solari frenó el show, pero no fue suficiente para evitar tamaña tragedia.
De acuerdo a la información que fue actualizando Nuevo Diario web, Jorge Candía, uno de los jóvenes santiagueños que estuvo en el recital, resultó herido de arma blanca y con una intoxicación.
El último parte médico, desde el hospital de Olavarría, indicaba que Candía se encontraba estable. Asimismo, en horas de la tarde de ayer, el secretario de Salud, Germán Maroni, indicó que sólo quedaban 6 personas: dos en terapia intensiva y cuatro estables. En la lista no figuraba el santiagueño.
Al cierre de la presente edición, no había información certera sobre su situación. Lo que si se supo es que estaba acompañado por su hermano, Walter Candía, quien había afirmado: “Cuando terminó el recital no habilitaron las puertas de cada lado, donde se estaba haciendo el evento, había una sola salida en el fondo, que era un desastre, porque ahí para salir estuvimos dos horas y media”.
