La brutal masacre de Hurlingham, donde seis personas fueron atacadas a tiros por Diego Loscalzo, fue uno de los casos sangrientos más importantes de los últimos años. El agresor, mató a toda una familia y luego huyó hacia Córdoba, donde finalmente fue aprehendido.
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En su celda y ante la fiscal de la causa, Diego, dijo que no recordaba nada. Luego comenzó a mostrar algunas conductas anormales y fue allí, que pidió contención psicológica. En su historia de vida, Diego dijo que era violada y golpeado por su propia familia. Pero nada justifica los brutales crímenes que cometió.
Con el paso del tiempo y desde su lugar de detención, el joven que mantuvo en vilo al país tras huir de la masacre, se confesó. Contó su verdad sobre lo que pasó. Pero siempre se defendió aduciendo que “dicen que maté a toda mi familia, pero no me acuerdo”.
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"Estábamos por cenar, estaban Romina y Uriel (el hijo de ella, que le pidió por favor que no lo matara) y Cintia (López Gotta, sobreviviente) y me puse a hacer cuentas y balances. Tengo muchas deudas y poco dinero y eso me puso mal. Después no recuerdo más nada, sí que era de noche, iba en la moto y me caí", contó sin ninguna manifestación de angustia.
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Loscalzo, que había sido empleado de seguridad de Metrovías (luego pasó al área de Mantenimiento, donde trabajaba al momento del crimen) admitió: "Sólo me acuerdo que estaba en una terminal y vi por la tele el asesinato y me dio bronca, me puse muy muy mal".
