Los familiares de los sietes presos que murieron ayer en la comisaría 1 de esta ciudad no creen en la versión oficial de que el fuego en una celda comenzó después de una pelea entre dos reclusos y acusa a la policía de haber golpeado y apuñalado a las víctimas.
Como prueba exhiben mensajes de textos enviados por las víctimas poco antes del trágico final. Flavia Gradiche, madre de Alan Córdoba, uno de los fallecidos, recibió un mensaje de texto donde su hijo le escribió: "Mamá vení rápido que nos matan la policía [SIC]".
En diálogo con La Nación, Gradiche dijo: "Voy a saber la verdad. Limpiaron todas las pruebas. Los chicos nos estaban diciendo que la policía los estaba matando".
Lo mismo sostuvo Daiana, hermana de otro detenido: "Mi hermano estaba todo apuñalado. No merecía que muriera así".
Las autopsias de las víctimas se realizan en la Morgue Judicial de Junín.
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Anoche, Asuntos Internos del ministerio de Seguridad bonaerense desafectó de sus funciones al oficial de servicio, subayudante Alexis Miguel Eva, y al imaginaria de calabozos, sargento César Brian Carrizo, quienes estaban de guardia en el momento
