Lenovo eligió la mayor feria de móviles del mundo, el Mobile World Congress 2017 (que termina mañana) para presentar sus nuevos exponentes de gama media: los Moto G5 y G5 Plus. La compañía promete ofrecerlos en América latina en breve, y ya están confirmados para la Argentina.
¿Cuáles son los cambios? Más allá de lo previsible, como un procesador más nuevo que hace que todo cargue rápido (el del Moto G5 Plus es el Snapdragon 625 con 3 GB de RAM, el mismo que lleva el Moto Z Play; el Moto G5 usa un Snapdragon 430 con 2 GB de RAM) y la incorporación de Android 7, el cambio más grande está en el diseño.
La cámara ahora lleva el mismo diseño con el círculo negro de los Moto Z, y ambos modelos (el G5 y el G5 Plus) abandonan el plástico por metal. Se pierde la posibilidad de tener color en el teléfono, pero se gana una sensación muy agradable al tacto, con una buena curvatura posterior, y les da un mejor aspecto para equipos de ese rango de precio (no son gama alta, no son los más baratos tampoco). La compañía parece apostar a competir con la gama media premium (equipos como los Galaxy A de Samsung, por ejemplo).
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Lenovo tomó la saludable decisión, además, de repensar el tamaño de estos equipos. El Moto G5 tiene una pantalla de 5 pulgadas (Full HD); el Moto G5 Plus, de 5,2 pulgadas. Muy adecuadas ambas. Esto limita la batería (2800 mAh para el G5, 3000 mAh para el G5 Plus) pero no debería ser un problema; los procesadores elegidos son notoriamente frugales en su consumo de energía.
También cambió el sensor frontal de huellas digitales: le quitó el marco cuadrado de los modelos anteriores, y ahora es una simple depresión en el frente del equipo. También incorpora la posibilidad de reemplazar los botones de navegación de Android (atrás, inicio, aplicaciones activas) por gestos deslizando el dedo sobre el sensor. Requiere volver a aprender la interacción con Android, pero funciona muy bien.
