Todos los fines de semana, ubicada en avenida Besares, justo frente a la Casa del Bicentenario, se instala la “saladita” bandeña o “manteros”, como muchos prefieren decirles. Sea cual sea el nombre, están bien ubicados hace más de un año en este lugar. Arriesgándose a tener problemas con personal de Calidad de Vida que realiza los controles, están prácticamente instalados en este lugar sin posibilidades de que alguien pueda echarlos. “No molestamos a nadie”, expresaron algunos.
Lo único que los frena es el clima, de lo contrario, no hay excusas para faltar. Comenzaron hace más de un año, luego de que dejaron de hacerse los famosos trueques, que también movilizaban a toda la comunidad por sus bajos precios. “Luego de eso se decidió hacer esta feria, donde comenzamos siendo diez o quince vendedores”, comentan.
Hoy, ya son casi 150 los que todos los sábados, domingos y feriados llevan su mercadería, ya sea ropa (nueva o usada), calzados, frutas y verduras, y hasta algunos artículos para el hogar para exponer a la venta. Según muchos de los vendedores, viene gente del interior a comprar y otros simplemente les llevan bolsas con ropa para que ellos vendan, ya que los precios son muy bajos.
Competencia desleal
Los que no están muy desconformes con estas ventas son los comerciantes del centro de la ciudad, aquellos que pagan impuestos, alquiler y sueldos a los empleados.
Muchos manifestaron su molestia por estas ventas “clandestinas”: “Estos meses son muy difíciles y esto empeora las ventas, ya que sus precios son hasta 80% más baratos que en un comercio”, manifestaron.
