Michael Flynn, asesor de seguridad nacional del presidente de EE.UU., Donald Trump, renunció tras el escándalo generado a raíz de sus conversaciones con el gobierno ruso, de las que no informó a la Casa Blanca.
“Desafortunadamente, por el ritmo de los acontecimientos, informé inadvertidamente con información incompleta al vicepresidente y a otros sobre mis llamadas con el embajador ruso”, reconoció Flynn.
En esas conversaciones, que se desarrollaron antes de que Trump accediera al poder, Flynn habló de las sanciones contra el Kremlin impuestas por Obama, a raíz de la presunta injerencia de Rusia en las elecciones de noviembre pasado.
Joseph Keith Kellogg fue designado en el puesto de forma interina.