La columna de humo se veía desde lejos. En medio de una cantera del departamento Capital, un numeroso grupo de gendarmes y personal de la Aduana-AFIP miraba cómo el fuego destruía una gran cantidad de mercadería. Las llamas volvían cenizas ropa, calzados, electrodomésticos, juguetes y todos los artículos de tienda que se puedan imaginar. Las miradas de los encargados de la destrucción no eran de satisfacción, como en los casos de la inutilización de droga. Estaban apesadumbrados porque la mercadería podría haberle servido a alguien, de las tantas familias de bajos recursos económicos que hay en Santiago y el país.
Sin embargo, terminaron en un gran pozo en llamas. Se trata de mercadería que fue secuestrada en operativos en contra del contrabando realizados por personal de Gendarmería Nacional y la Policía de la Provincia entre 2013 y 2016. La variedad de artículos, que eran transportados en colectivos de los denominados tour de compras, camiones, camionetas y traficc, habían cruzado ilegalmente la frontera entre Bolivia y Argentina sin el previo paso por la Aduana para pagar el canon correspondiente. Luego, terminaban en las “saladas” o ferias de distintos puntos del país.
Al tratarse de mercadería que ingresó de contrabando, la Aduana-AFIP se hizo cargo de la carga. Los artículos fueron acumulados, de a poco, en un galpón de unos 20 metros de ancho por 40 de largo de Gendarmería. En 4 años se acumularon tantos secuestros que casi no había lugar en el inmenso galón para los productos que pudieran incautarse en nuevos procedimientos en rutas que surcan la provincia. Había que darle un destino y un fin. Fuentes ligadas con el megaoperativo indicaron al Multimedio que la Aduana-AFIP finalmente decidió la destrucción de la mercadería, valuada en alrededor de 100 millones de pesos.
Desde ese momento, dos camiones completamente cargados de artículos realizaron diariamente viajes hasta la cantera para prenderles fuego.
Los voceros lamentaron que todos los productos terminaran incinerados. “Había mucha ropa, calzado, sábanas y frazadas que podría haber sido de gran utilidad para gente necesitada de Santiago o de cualquier punto del país”, revelaron los voceros, tal como lo hizo el Gobierno Nacional, ya que recientemente firmó un decreto en el que transfirieron a Desarrollo Social contenedores y bultos que estaban en la aduana de Buenos Aires (ver nota aparte), a fin de que se disponga para distribuir la mercadería (ropa, comida y juguetes) entre los más necesitados.
Ya hay nueva mercadería secuestrada
Los procedimientos de Gendarmería Nacional en contra del contrabando no se detienen. En uno de los operativos realizados los primeros días de este año, la fuerza interceptó sobre Ruta Nacional 34, a la altura de Pozo Hondo (Jiménez), dos camiones con gran cantidad de mercadería que habían ingresado ilegalmente al país desde Aguas Blancas, Bolivia. La carga de ambos transportes, que está valuada en más de medio millón de pesos, está a disposición de la Aduana-AFIP y del Juzgado Federal, donde se instruye una causa.
Entregarán mercadería a sectores pobres
En contrapartida a la destrucción de la mercadería de contrabando que se realizó en Santiago, el Gobierno nacional, a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), transfirió al Ministerio de Desarrollo Social casi 3.000 contenedores y más de 900 bultos con mercadería suelta que se encuentran sin reclamar en la Aduana de Buenos Aires, en algunos casos, desde hace 2 años.
Tal como informó Nuevo Diario en la edición de ayer, el decreto 51/2017 advierte que como “paliativo de las necesidades de orden social, corresponde poner a disposición del Ministerio de Desarrollo Social la mercadería, para que la citada jurisdicción dé la mejor utilización que corresponda de acuerdo a las necesidades sociales que en cada caso se determine afrontar”.
Se trata de 973 bultos con mercadería suelta y 2.995 contenedores con distintos tipos de cargas, entre los que hay ropa, juguetes y comida, y que serán repartidos en zonas vulnerables del país, según señala el DNU del Ejecutivo.
