Cualquier escena de película queda chica al lado de lo que pasó en Santa Olga. Se trata del incendio forestal más grande de la historia de Chile, lo que dejó como saldo diez muertos y 273.000 hectáreas consumidas. Varios centenares de personas fueron trasladadas a sitios que ofrecen más seguridad antes de que las llamas alcanzaran sus viviendas. Las familias que han perdido sus hogares recorren las ruinas del pueblo.
Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.