“Junior” tiene 14 años y vive en el barrio El Vinalar. Ayer ingresó a la sala velatoria, se sentó, respiró hondo y luego se acercó al féretro con los restos de Candela Osorio, la adolescente de 15 años que murió anteayer, tras ser embestida por un auto en la Ruta 9, cuando regresaba a su casa luego de estar en una fiesta clandestina de El Zanjón (Capital). El menor se emocionó. “Podría haber sido yo en lugar de Candela”, afirmó a Nuevo Diario. El adolescente fue uno de los que estuvo en la fiesta, donde la víctima fatal y “unos 150” menores pagaron $ 20 para ingresar, reveló “Junior”, quien aún sufría el nerviosismo.
“La fiesta se cortó porque había una chica tirada en el piso que se había caído por todo lo que había tomado”, reveló. Minutos antes de las seis de la mañana, los organizadores echaron de la finca a los chicos, “todos de entre 14 y 17 años”, que habían sido “convocados por Whatsapp”.
La mayoría comenzó a caminar por la Ruta 9, hacia el norte. “Algunos comenzaron a pelear y un grupo de unos 15 chicos, entre los que estábamos Candela y yo, ascendimos a la ruta. No queríamos que nos peguen. En eso un auto venía muy fuerte. El conductor sí nos vio, pero no sé por qué no frenó o se cruzó al carril contrario para pasar. Directamente chocó al grupo y a la misma velocidad que venía, se fugó”, recordó. “Fue Candela y los otros dos chicos, pero podría haber sido yo”, reiteró “Junior”. De esta manera, la menor se transformó en la primera víctima de las fiestas clandestinas de 2017.
El adolescente fue uno de los amigos y compañeros del colegio Alfredo Furnis —donde la víctima cursaba el tercer año— que le hicieron un cordón y la despidieron ayer a la siesta.
Por otra parte, la fiscal Érika Leguizamón espera los resultados del dosaje realizado a los dos ocupantes del auto, Mariano Navarro (23), domiciliado en El Deancito (Capital) y presunto conductor, y Rafael Gómez (28), residente en el barrio Cabildo. Ambos están aprehendidos en la Comisaría Séptima y acusados de homicidio y lesiones graves culposas.
