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El País Buenos Aires

Un niño de cinco años lucha por su vida tras ser picado por un alacrán

El pequeño sufrió cuatro paros cardiorrespiratorios. "¡Me estoy quedando sin aire!", fue lo que le dijo a su padre.

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Foto: Infobae

Un niño de apenas 5 años llamado Tobías se encuentra luchando por su vida tras ser picado por un alacrán en su casa ubicada en el barrio de Palermo Soho, Buenos Aires.

 

Tras la picadura, el niño sufrió cuatro paros cardiorrespiratorios y en estos momentos se encuentra internado en terapia intensiva en el Sanatorio Güemes.

 

El triste episodio tuvo lugar el pasado sábado en el hogar en donde reside Tobías junto a sus padres. Gastón, padre del pequeño brindó los detalles del episodio y destacó la importancia de haber actuado con rapidez.

 

 

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"Estábamos durmiendo con el nene, que se había pasado a nuestra cama. Eran como las 9 de la mañana y de repente Tobías se despertó llorando porque algo le había picado. Prendimos la luz y dijo que algo le había picado en el cuello", señaló Gastón.

 

Y continuó: "Me puse a revisar las sábanas y de repente me encontré con un alacrán. Lo metí dentro de un frasco, agarramos a mi nene con mi mujer y nos fuimos directamente al Güemes".

 

 

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Según publica Infobae, explicó que durante el trayecto hacia el centro de salud, ya aparecieron los primeros síntomas: "Le agarraron náuseas, vómitos, mareo. Apareció todo de inmediato".

 

El padre del chico comentó que en un primer momento, el Güemes no disponía del antídoto para picaduras de alacranes, por lo que se marchó de manera inmediata al Hospital Posadas para conseguir el antibiótico necesario.

 

"Cuando volví, ya Tobías estaba muy mal. Le estaban agarrando convulsiones, se estaba descompensando. '¡Papá, me estoy quedando sin aire!', me decía", describió el hombre.

 

 

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Durante el primer día, Tobías sufrió cuatro paros cardíacos. Los médicos del Güemes le comentaron que el veneno había llegado al corazón y que en determinada instancia ya no había mucho más que hacer. Se debía esperar que el corazón del niño, con ayuda mecánica, se mantuviera en funcionamiento.

 

"Le pusieron una máquina conectada al corazón para que le ayude a seguir bombeando. Pero, así y todo, en un momento me dijeron que no había mucho más por hacer, sólo esperar", explicó Gastón.

 

Después de nueve días de la picadura, Tobías permanece en la unidad de terapia intensiva del Sanatorio Güemes, pero ya no se encuentra en estado crítico. Aún se aguarda que su corazón pueda funcionar sin asistencia externa.

 

 

 

 

 

 

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