El defensor del Chapeconese, Alan Ruschel, uno de los tres futbolistas que sobrevivió al trágico vuelo de la aerolínea Lamia, necesitó la ayuda de un psicólogo para que se le cuente todo lo que ocurrió en esa fatídica noche, incluyendo la muerte de sus compañeros.
Hasta ese momento, cuando el joven preguntaba qué es lo que había pasado, los médicos recomendaban que no supiera todo, porque el shock emocional podría ser muy fuerte.
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Pero en las últimas horas, por decisión médica y también de los familiares, Ruschel se enteró de todo. La encargada de contarlo fue su hermana Alissen, quien relató la secuencia en su cuenta de Instagram.
"EN EL NOMBRE DE JESÚS, Alan está progresando cada minuto más. Lo que sucedió es algo milagroso. Ayer, el psicólogo le contó todo lo que le pasó y él sólo quiere volver, quiere salir de allí. Pero Dios es bueno. No tenemos ninguna estimación de cuando va a salir", escribió.
"Estoy muy contento con la recuperación de mi hijo. Ya está deshinchado y está respirando sin ayuda de la máquina que se le retiró esta mañana. Ahora está comiendo sin la ayuda de la sonda y después de muchos días de angustia pude escuchar su voz", dijo además el padre del defensor, Flavio Ruschel.
El lunes pasado, en horas de la noche, el avión Avro RJ85, de la compañía boliviana Lamia, se estrelló contra el Cerro Gordo, de la localidad de La Unión, cuando se aproximaba al aeropuerto de Medellín procedente de Santa Cruz de la Sierra (Bolivia).
Del accidente sobrevivieron los futbolistas Ruschel, Jackson Follman y Helio Neto; el periodista Rafael Valmorbida Henzel, y los tripulantes Ximena Suárez (azafata) y Erwin Tumiri (técnico).
