Un policía fue asesinado de un balazo en el pecho al enfrentarse con dos delincuentes, uno de los cuales también murió, que ingresaron a los tiros a las oficinas de la nueva División de Lucha contra el Narcotráfico, en la ciudad puntana de Villa Mercedes, provincia de Jujuy, según informaron las autoridades.
Una de las hipótesis que manejan los investigadores es que los asaltantes confundieron el lugar en el que pretendían robar ya que donde ahora funcionan dichas oficinas antes había un obrador de una empresa constructora.
Fuentes policiales confirmaron que el hecho ocurrió anoche, alrededor de las 21.30, en la sede policial ubicada en la esquina de Rufino Barreiro y Jujuy, en Villa Mercedes.
De acuerdo al relato de algunos testigos, dos delincuentes armados arribaron al lugar e ingresaron a las oficinas luego de reducir a uno de los efectivos que se encontraba en la puerta.
Ante esta situación, varios de los policías que se encontraban dentro de la sede extrajeron sus pistolas reglamentarias, por lo que se originó un intenso tiroteo en el que el alférez principal Julio Alexis Pizarro, de 36 años, recibió un tiro en el pecho efectuado por uno de los delincuentes con un arma calibre .22, dijeron los informantes.
Según las fuentes, Pizarro quedó tendido en el piso, malherido, y murió poco después cuando era trasladado por sus compañeros de la fuerza al Hospital de Villa Mercedes.
Como consecuencia del tiroteo también murió dentro de las oficinas policiales uno de los asaltantes, identificado como Gustavo José Barros, de 18 años, oriundo de Villa Mercedes; mientras que resultó herido su aparentemente cómplice, Julio César Navarro, de 29 años, quien esta tarde permanecía internado fuera de peligro en el hospital de la ciudad.
Según informó a la prensa el comisario inspector Carlos Alberto Pereira, estos dos jóvenes contaban con un frondoso prontuario policial, al tiempo que reveló que la autopsia del cuerpo de Pizarro determinó que “un proyectil calibre 22 ingresó a la altura de su pecho y le dañó órganos vitales”.
“La autopsia al cadáver de Barros, el delincuente fallecido, indica que falleció a raíz de un shock hipovolémico provocado por el disparo de un arma calibre nueve milímetros, que son las que usa la policía provincial”, indicó Pereira, y agregó que junto al cuerpo de este joven se secuestró el arma calibre .22.
Los restos del policía asesinado fueron trasladados esta tarde a la localidad de Concarán, donde fueron es despedidos por sus familiares, amigos y vecinos del pueblo donde lo conocían por el apodo “Pimpa” y como un amante de los perros.
