Una nueva denuncia por abusos sexuales involucra a sacerdotes católicos. Esta vez, habrían ocurrido en el Instituto Antonio Próvolo —sede Mendoza—, que trabaja con niños con discapacidad auditiva y trastornos del lenguaje.
Los antecedentes en la materia de este instituto tienen larga data. En 2009, alrededor de 70 personas denunciaron haber sido abusadas y violadas en la sede ubicada en Verona, Italia. Las víctimas —personas mayores y sordomudas— informaron que los hechos ocurrieron entre 1950 y 1984.
En las cartas que enviaron a las autoridades eclesiásticas pudo leerse: “En la sala establecida como confesionario de la iglesia de Santa María del Pianto del Instituto Próvolo, algunos sacerdotes aprovechaban para hacerse masturbar y tocar a la vez por niñas sordas (la puerta estaba en esos momentos siempre cerrada)”.
“Las relaciones sodomitas tenían lugar en el dormitorio, en las habitaciones de los sacerdotes y en los baños”.
Durante la mañana de ayer se procedió a trasladar a Preventores a Nicola Corradi, el sacerdote italiano de mayor edad que está sospechado de abusos y violaciones a niños sordos e hipoacúsicos de la sede que dicho instituto posee en la ciudad mendocina de Luján de Cuyo.
En un móvil policial, y con la reprobación de numerosos padres que se agolparon en las puertas del mismo, el anciano fue llevado esposado desde la Fiscalía 15 de Luján hacia Preventores.
De los acusados, Corradi sería el que se encuentra “más comprometido de todos”, según explicó una fuente allegada al caso.
Además, ayer las autoridades judiciales demoraron a un quinto hombre, también relacionado con dicha institución, e investigan su posible vinculación a la causa, que despertó la indignación popular en todo el país.
