Un indescriptible dolor, bronca y hasta “sed de venganza” provocan a los vecinos del barrio Sarmiento, de La Banda, el bestial abuso que trascendió ayer, pero que comenzó un mes atrás en el interior de una Iglesia Evangélica Pentecostal, donde a una pequeña de 7 años “le destrozaron la vida”, sometiéndola a reiterados abusos sexuales. El autor de tales atrocidades es un adolescente de 15 años.
“El 26 de octubre mi nena me ‘hizo fiebre’ y le duró tres días. La llevé a la UPA para ver si tenía anginas, y me dijeron que no tenía nada. Cada vez que iba al baño, se tocaba porque le dolía y lloraba. Le dije ‘yo soy tu madre y te quiero ayudar, contame qué te pasa’, y me respondió ‘un chico de la iglesia me toca’. Le pregunté quién era y me respondió con el apodo del adolescente. Fui al Juzgado cuando me dieron turno para revisarla, y me dijeron que fue accedida carnalmente, tiene un desgarro. ¡Me la han destrozado a mi hija en una iglesia!”, dijo ya en medio de un incontenible llanto y temblando Celeste, la mamá de la víctima. Cuando logró reponerse, continuó el relato: “Es la segunda vez que pasa. Ahí adentro quisieron violar a otra nena, pero salió corriendo. La encargada me amenazó. La dueña de la iglesia viajó a Córdoba y ‘se lavó las manos’. Quiero justicia, quiero que cierren ese templo y que a él lo metan preso, porque sino lo voy a matar yo con mis propias manos. No me importa ir presa. Mi hija no quiere ir a la escuela, porque dice que ningún chiquito va a querer jugar con ella. ¿Tienes idea de cómo me ha partido el alma que mi hija de 7 años me diga eso?”, preguntó hundida en el dolor al periodista que la entrevistaba .
