Unos niños de Turquía hicieron gala de una crueldad animal espeluznante al bañar a un perro en pegamento, cubrirlo con barro y abandonarlo después a su suerte.
La costra formada por el pegamento impedía el flujo de sangre en algunas partes de su cuerpo y dañaron severamente su piel, que absorbió muchos elementos tóxicos.
El animal, que casi no se podía mover por el dolor y la capa endurecida que lo cubría, seguía tan aterrorizado por la experiencia sufrida que intentaba a esconderse de los veterinarios.
Advertencia: Este video recoge las consecuencias del terrible maltrato de un animal y puede herir su sensibilidad.