David De Meulles grabó un vídeo que muestra el momento en que ese depredador del Ártico se acerca al lado de un perro de trineo y comienza a acariciarle la cabeza, en la ciudad de Churchill 1000 km al norte de Winnipeg.
David es un mecánico en la comunidad nórdica, pero de vez en cuando, le da una mano a un amigo que es dueño de una empresa de visitas guiadas y trajo a dos clientes a donde su amigo, Brian Ladoon, criador de perros, debido a que es un buen lugar para la observación de osos polares. Sin embargo, los turistas no se esperaban esa montaña rusa emocional que les tocó vivir.
Cuando el oso polar se acercó a los perros atados, dice Meulles, los tres testigos humanos temieron lo peor para esa manada. “Hemos vivido algunos momentos de ansiedad, especialmente cuando comenzó a acercarse a uno de los perro”, dice él.
De un paso pesado, el enorme mamífero blanco se acercó al perro, levantó la pata delantera y comenzó a acariciarle la cabeza.
“Yo sabía que los osos ya han demostrado un comportamiento social con los perros, pero ver un oso polar acariciar un perro como lo haría un ser humano, es increíble”, dice el hombre de Churchill.
