Decenas de milicianos del ISIS armados con explosivos y rifles de asalto atacaron el viernes en Irak varios objetos (una planta eléctrica y comisarias) en la ciudad norteña de Kirkuk y sus alrededores, en un ataque raídamente reivindicado por el grupo terrorista y que probablemente pretendía desviar la atención de las autoridades de la batalla para recuperar Mosul: bastión de la banda terrorista. Hasta este mediodía el saldo de muertos era 39 personas, entre ellas 17 yihadista.
Al menos 16 trabajadores, dos de ellos iraníes, murieron cuando los milicianos asaltaron una central eléctrica al norte de la ciudad antes de inmolarse. También se informó de unas 15 mujeres muertas en Dakuk, cerca de Kirkuk, aunque no se precisó si se trató de un hecho aislado o si es parte de la misma ofensiva.
"Quince mujeres murieron y otras cincuenta resultaron heridas en un bombardeo contra un lugar de culto shiíta en Dakuk" afirmó a la AFP el responsable de esa ciudad, Amir Huda Karam. Fuentes médicas confirmaron el saldo.
En tanto, el periodista Ahmed Hajr Oglo, de 30 años, fue alcanzado en el pecho por un francotirador del ISIS y murió a causa de sus heridas, indicó a la AFP un coronel de la policía de la localidad, en el norte del país. El canal en el que trabajaba confirmó la muerte del reportero.
Decenas de yihadistas armados con granadas y fusiles han sido vistos en distintos barrios de Kirkuk.
Un corresponsal de la AFP vio a varios de ellos "vestidos al estilo afgano" en una calle del barrio de Adan. Otros testigos vieron a pequeños grupos de hombres armados entrar en mezquitas y edificios en otras zonas de la ciudad.
