“Hay momentos en que nos llevamos grandes sorpresas; en Santiago del Estero hay algunos supermercados que venden más barato que las cadenas —nacionales— que adhieren a Precios Cuidados”, explicaba el director general de Comercio, Ing. Guido Larcher, en base a un seguimiento que efectúa el organismo sobre la canasta familiar.
Recordó que el programa nacional fue extendido hasta febrero del año próximo, siempre “vinculado con las grandes cadenas nacionales de supermercados”. Y marcó la diferencia con la oferta del comercio local que “está organizado como cooperativa de compra o como cadenas de compra, pero no de ventas; o sea no son de un único dueño,y en ese sentido, cada uno trabaja en base a los costos que tiene”.
En este contexto, “la mejor opción que tiene la gente para su bolsillo es buscar precios. Y buscarlos en las cadenas locales es una buena condición porque ayuda de sobremanera a varias cosas: primero a mover el comercio local, a hacer que se sostengan nuestros propios empresarios, que hayan fuentes de trabajo, que Santiago del Estero sea una opción de colocación de productos de las grandes empresas”.
“Así hay posibilidades de poder negociar valores y que nuestra gente tenga la posibilidad de acceso rápido, cercano en el centro, en su propio barrio. Esto fomenta el comercio local y mantiene lo que es importante: la actividad comercial”, puntualizó el titular de la Dirección.
Con el sistema productivo comercial “resentido” hay “baja en el consumo"
Respecto a la situación económica de los últimos meses, el Ing. Guido Larcher sostuvo que “la inflación se ha planchado, no se ha frenado”. “El circulante en la calle es mucho menor, la gente ha tenido pérdida del poder adquisitivo, muchos comercios han cerrado y por lo tanto mucha gente ha dejado de percibir haberes y, en consecuencia se ha dejado de consumir”, manifestó.
A su vez, contempló que varias industrias argentinas “han cerrado sus puertas”, de modo que se debe observar si los productos en góndola son de industria nacional o vinieron de afuera.
“Se ha resentido el sistema productivo comercial y, eso naturalmente lleva a una baja en el consumo de la gente; lo que —a su vez— genera oferta en el mercado porque de alguna manera hay que mantener el sistema. Lo que no tenemos es esa posibilidad, como existía antes, de poder comprar con circulante”, dijo y alertó sobre el “endeudamiento” familiar, a través del uso de tarjetas.
