En Kuwait, una familia contrató hace poco tiempo a una empleada doméstica que fue recomendada por familiares y amigos. Sin embargo, por algún motivo, la muchacha no tardó en hacerse sospechar por la madre de la familia, que instaló cámaras de seguridad en distintos puntos de la vivienda para poder tenerla controlada.
Increíblemente, lo que descubrió fue una de esas cosas que, hasta cierto punto, preferirías no haber sabido nunca.
Después de un par de días de grabaciones en las que no ocurría nada fuera de lo común, la familia pudo comprobar cómo la asistenta echaba su propia orina en el zumo recién exprimido de su jefa. Algo verdaderamente asqueroso, señala difundir.org.
Por ahora la familia guarda el anonimato de la asistenta meona, pero ha querido compartir las imágenes para hacer un llamamiento a que se extremen las precauciones cuando se contrata a alguien nuevo.
