Tras la destitución de Dilma Rousseff, Cristina Kirchner volvió a aparecer públicamente e hizo declaraciones radiales sobre muchos aspectos políticos, tanto nacionales como internacionales.
Rousseff fue “derrocada” por una “decisión sin argumentos” del parlamento, aseguró la ex mandataria al tiempo que consideró que esa maniobra ya se podía percibir apenas asumió el segundo mandato.
Asimismo, apuntó contra los “sectores concentrados internos y externos” de Brasil y también cargó contra el “partido judicial” de los medios de comunicación. “Es malo, creo que es un elemento de desestabilización regional”, dijo.
Respecto al plano nacional, en una entrevista con Radio 10, criticó con dureza la política económica del Gobierno y fue enfática en remarcar la caída de la industria. "Es una verdadera catástrofe que estemos igual que con el default", lanzó.
También cuestionó el aumento en el índice de desocupación. Sin embargo, en ese plano sugirió que podía no ser un efecto no deseado de las reformas implementadas, sino una apuesta del modelo económico que –denunció- se busca implantar.
"Creo que el Gobierno tiene una ideología muy fuerte y piensan que el modelo puede funcionarles con una desocupación de dos dígitos que precarice al mercado laboral. Si no deberían estar pensando en cambiar la política", indicó.
En cuanto a las explicaciones oficiales respecto a los indicadores, cuyas subas han sido presentadas como "sinceramientos" de los números manipulados antes, dijo: "Es un sinceramiento del plan que no lo explicaron a la gente cuando les dijeron que iban a tener todo lo que tenían, pero iban a ser más felices. Están haciendo un sinceramiento de sus políticas".
En otro orden, Infobae publicó que la ex jefa de Estado observó que, durante la campaña, el macrismo sostenía que ya un cambio de signo político atraería inversiones, que se vería alentado luego con un eventual pago a los holdouts. Y evaluó que esos resultados no están aún. "Si quieren eliminar la inflación haciendo que la gente no consuma, me parece que es mucho peor que la gente no consuma que la inflación", remarcó.
"Siempre se decía que no escuchábamos, que hacíamos lo que queríamos. Sin embargo, no he escuchado un gobierno más sordo que el que empezó el 10 de diciembre. Tienen que abrirse un poquito más y escuchar lo que está pasando", dijo. Y añadió: "En lugar de reunirse tanto con dirigentes, cambia el rumbo un poquito porque así no es bueno para nadie".
