La tortura duró más de un mes. En ese tiempo, la sacó de su provincia, la obligó a subir al vehículo de un desconocido, la encerró en una casa, la golpeó y abusó sexualmente de ella cuantas veces quiso. Parecía una pesadilla sin final hasta que fue rescatada por la Policía.
La víctima tiene 18 años y es oriunda de la localidad salteña de Rosario de la Frontera. El agresor tiene 38, y hasta ayer se desconocía su origen. Según explicaron fuentes del caso, ambos habían mantenido una relación sentimental hacía un tiempo pero la jovencita había decidido cortar el vínculo porque estaba cansada de la violencia que el hombre ejercía sobre ella, señala La Gaceta.
Sin embargo, él no aceptó la separación. Las fuentes dijeron que, en su declaración, la víctima contó que el hombre la acosaba permanentemente e insistía en que retomaran el noviazgo. Llegó a atosigarla de tal manera que la jovencita lo denunció por violencia de género en una oportunidad y el agresor pasó un tiempo detenido en una comisaría.
Volvieron a encontrarse después de un tiempo. Fue el 26 de junio, cuando el hombre se presentó en Rosario de la Frontera y vio a su ex novia con otro. La jovencita declaró que se puso tan furioso que se acercó y le dijo: “si no sos mía no vas a ser de nadie”. Acto seguido, la tomó del brazo y se la llevó.
La víctima contó que el hombre la obligó a viajar con él a Tucumán. Como no tenía dinero para pagar los boletos de colectivo, la obligó a hacer dedo en la ruta hasta que un camionero les permitió subir y viajar con él. Al llegar a esta provincia, los dejó en las inmediaciones del parque 9 de Julio.
El siguiente destino sería una vivienda ubicada en la zona de calles Luis Dode y Dorrego, en Banda del Río Salí. Allí el hombre la encerró con candado y abusó de ella reiteradas veces.
En Rosario de la Frontera, mientras tanto, los familiares de la jovencita habían denunciado su desaparición y la Policía comenzó a investigar.
Cuando tuvieron datos de cuál sería el lugar en el que podría estar secuestrada la víctima, vino una delegación de uniformados a Tucumán. El viernes a la tarde, se presentaron en el barrio donde estaría el agresor. Cuando pasaron por la casa donde estaba secuestrada la víctima, la escucharon gritar pidiendo auxilio. Los policías entraron y la rescataron, con la colaboración de personal de la comisaría de Banda del Río Salí. A pocos metros, consiguieron atrapar también al agresor.
