La historia de amor de Lionel Messi y Antonella Roccuzzo comenzó hace muchos años, muchos más de lo que cualquiera se imagina. Lio tenía 9 años cuando se imaginaba siendo el novio de su mejor amiga, Anto, de 8.
En el 2000 el Barcelona descubrió el gran potencial que tenía Messi y la pareja, que todavía seguía en pie, se separó. Mientras Lio daba sus primeros pasos en España, Antonella se quedaba siguiendo su camino en Rosario.
En 2004, a los 17 años, Messi volvió a su ciudad natal y de casualidad se encontró con su amor de la infancia. El amor resurgió de golpe y desde entonces no se separaron.
La pareja siempre fue muy discreta con su intimidad, pero en junio de 2012, un hecho les cambió la vida para siempre. Argentina jugaba contra Ecuador en la cancha de River cuando Messi hizo un gol y en vez de festejar con sus compañeros, se puso la pelota debajo de su camiseta y le mostró al mundo que iba a ser papá, publica El Ciudadano.
Según lo difundido por Contexto, el 2 de noviembre de 2012 nació Thiago, el primer hijo de Lionel y Antonella. “Gracias a Dios por este regalo. Nació Thiago y soy el hombre más feliz del mundo”, publicó el jugador en su cuenta de Facebook.
A fines de abril de 2015, el 10 anunció la llegada de su segundo hijo ya no en un partido, sino a través de las redes sociales. “Esperándote con muchas ganas!!! Thiagui mamá y papá te amamos!” escribió Lio junto a una foto de Thiago dándole un beso a la panza de su mamá. El 11 de septiembre de 2015 llegó Mateo a la familia para unirlos aún más y desde entonces disfrutan su vida entre Barcelona y Argentina.
