Tal como lo anticipó Nuevo Diario en sucesivas ediciones, la principal línea investigativa en la causa que se sigue por el crimen de la empresaria Estela López se cierra sobre un policía que, al momento de prestar declaración testimonial manifestó que estaba cumpliendo un servicio adicional en el momento del crimen.
Los investigadores habrían determinado que el efectivo sospechado, aproximadamente a las 13.15 se dirigió a la base policial ubicada en la antigua estación de colectivos de calle Pedro León Gallo, por lo que evidencias circunstanciales lo ubican a pocas cuadras de la vivienda de la empresaria a la hora estimada del horrendo asesinato.
En la jornada surgió otro elemento determinante: La sangre hallada en el auto de la abogada Silvia Basbús no pertenece al ADN de Estela López, por lo que el vehículo queda desvinculado de las investigaciones por pericias genéticas.
La hipótesis que surgió durante la investigación llevada adelante por el juez Miguel Ángel Moreno cobra más fuerza aún y la justicia centra la mira en el policía allegado a la familia de Estela López, con quien tenía —además— vínculos de extrema confianza e intimidad.