El hecho se registró anoche, alrededor de las 22:30, en una vivienda de calle Orquídeas del barrio Jardín, en la Capital santiagueña, donde una mujer de 53 años denunció que horas antes había llamado a un cerrajero, cuya identidad desconocía, para que reparara la puerta de acceso de su domicilio.
Una vez que el trabajador terminó con la tarea le dijo a la propietaria que la puerta había quedado perfectamente reparada, tras lo cual el trabajador se marchó. Más tarde la mujer salió de su casa, y al regresar encontró abierta la puerta, aunque sin signos de violencia, y esto llamó su atención.
Inmediatamente notó el faltante de un televisor y dos netbooks, pero lo peor fue cuando, al ingresar a su habitación, descubrió que le faltaban importantes ahorros, por un total de 11.000 dólares y 3.000 euros.
La mujer se comunicó con la Policía e inmediatamente se hicieron presentes efectivos de la Comisaría 7ª, quienes junto a la Dirección General de Investigación y Criminalística llevaron a cabo el levantamiento de huellas
Del hecho se informó a la magistrada de turno, Dra. Martínez Llanos.