Los médicos forenses constataron ayer lo peor: el menor que dijo haber sido sometido por el hermano, y éste que dijo que lo accedía porque el padre le hacía lo mismo, presentan lesiones compatibles con acceso carnal, con cicatrizaciones que datarían de un mes y medio o dos meses atrás.
Asimismo, por orden de la jueza María Lucrecia Martínez Llanos y a pedido de la fiscal Aída Farrán Serlé, los dos menores —de 8 y 12 años— fueron entrevistados por psicólogos del Poder Judicial.
“De ello surgió que los abusos sexuales fueron reiterados”, indicaron las fuentes consultadas.
No quería ir a la casa del padre
Ayer también surgió el dato que los conmocionantes hechos salieron a la luz cuando la madre de los menores, que está separada del acusado desde hace varios años, quiso enviar al chico de 12 años para que almuerce con el progenitor en su casa del barrio Sarmiento, pero el chico se negó.
Al consultarle por qué, fue cuando el niño le dijo que su padre lo sometía sexualmente y que previamente le hacía que se pinte los labios, indicando que él le hacía lo mismo a su hermano menor.
Pudo saberse que la madre de los niños ya había notado cambios en las conductas de ambos. La magistrada ordenó detener al sujeto.
