El empleado de una ladrillería de Quimilí habría presenciado las aberraciones a las que fue sometido "Marito", el niño de 11 años cuyo horrendo crimen ha conmocionado a la provincia y por el que están detenidos los hermanos Ocaranza.
El hombre habría manifestado a personal policial que, hasta hoy no había hablado porque está amenazado de muerte.
Está siendo interrogado y sus declaraciones podrían ser disparadoras de importantes medidas judiciales.
(Ampliaremos)