Tal como informó Nuevo Diario en su edición de ayer en forma exclusiva, la actitud pasiva y temerosa de la perra de raza Pitbull frente al horrendo escenario del crimen de su ama, Estela López, es un dato que no pasa desapercibido en los investigadores y que se ha transformado en uno de los puntos sustanciales de las investigaciones por su significación intrínseca: Con un 90% de certeza, según fuentes consultadas, la persona que ultimó a Estela López ejercía autoridad sobre el can.
La conclusión se desprende de las más elementales tipologías de la raza.
Los tratados de psicología canina encuadran a los American Pitbull Terrier dentro de las especies potencialmente peligrosas, tanto por su contextura muscular como por su carácter.
Se trata de perros “increíblemente fieles”. Aseguran los especialistas que la raza se vuelve muy unida a su familia humana y no acepta a otros, a no ser que perciba que son bienvenidos en casa como si fueran parte de la familia. En todo caso, frente a la más mínima agresión a lo que el can considera parte de “su manada”, procede al ataque que, por tipología, en algunos casos puede llegar a ser hasta mortal.
