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Policiales Las Termas

Tratan de salvar los dedos del pie del policía baleado en Las Termas

Uno de los delincuentes fue dado de alta y el otro continúa internado. Ambos fueron baleados.

El intercambio de disparos se extendió por unos minutos, pero pareció una eternidad. Alrededor de 30 cápsulas se recolectaron del escenario del feroz tiroteo entre dos delincuentes tucumanos y personal de la brigada de investigaciones del Departamento de Seguridad Ciudadana Nº 6, ocurrido antenoche en pleno centro de Las Termas. Como corolario de la balacera, los dos malvivientes terminaron baleados, al igual que el cabo primero Exequiel Medina (32 años).

 

 

 El uniformado sufrió un impacto de bala en el pie derecho. Fue trasladado al hospital zonal y luego fue derivado a un centro de salud capitalino. Los cirujanos están analizando las consecuencias del balazo que le provocó graves lesiones en los dedos del pie, a tal punto que las próximas horas serán cruciales para evitar la amputación de algunos de ellos, revelaron fuentes de la investigación.

 

 

 Por otra parte, uno de los delincuentes, Luis Enrique Cruzado (24 años), domiciliado en la manzana W, lote 6 del barrio Alderete, de San Miguel de Tucumán, fue dado de alta ayer a la mañana y fue alojado en la Alcaidía de la Departamental 6. La bala policial ingresó a la altura de la pantorilla izquierda, pero no afectó la parte ósea.

 

 

 En tanto, el otro malviviente, Gabriel Alberto Dorado (33), residente en el pasaje Tránsito, del barrio Río Salí, de la capital de la vecina provincia, continúa internado en el centro de salud con fractura de tibia derecha, donde impactó la bala de la Policía.

 

 

 Una vez que Dorado reciba el alta médica, se realizará la audiencia judicial en la que el fiscal Ignacio Guzmán pedirá que se convierta la aprehensión de los dos tucumanos en detención, lo que podría ocurrir hoy o el próximo lunes, que sería lo más probable.

 

 

 Por el momento, se supo que los foráneos no cuentan con condenas por hechos delictivos, aunque se trata de establecer en Santiago y Tucumán si eran buscados por algún ilícito.

 

 

 

Los asaltantes mantuvieron a dos rehenes con las pistolas en la cabeza

 Marcos Palavecino (26 años), domiciliado en avenida Perón 80 del barrio Sector El Alto de Las Termas, quería comprar un auto. Estableció contacto por Facebook con un sujeto, quien sería de esa ciudad y se llamaría Marcelo Cajal, y llegaron a un acuerdo por $ 70.000 por un Gol Power gris. La transacción se iba a realizar antenoche en una gestoría de Rondeau y Chacabuco del barrio Toro Yacu, donde esperaron que el dueño abriera el local.

 

 

 Palavecino concurrió con un hermano y un amigo en un auto, mientras que Cajal lo hizo con otros dos sujetos, que luego se supo eran los tucumanos Dorado y Cruzado, en el auto que iba a vender.

 

 

A las 21.30, el comprador advirtió algo raro y llamó a la Policía en forma anónima y dijo que había personas sospechosas en la zona. Cajal estaba en el Gol Power y el amigo de Palavecino, en el otro rodado. Al lugar acudió personal del Escuadrón Táctico Motorizado y estacionó detrás del auto de Cajal, quien hizo marcha atrás y derribó el rodado una vez que descendieron los efectivos. Luego se dio a la fuga.

 

 

 Al advertir la presencia policial, los tucumanos extrajeron dos pistolas (una calibre 40 milímetros y otra, 9) de un bolso y tomaron como rehenes a Palavecino y a su hermano. Les apuntaron en la cabeza y salieron de la gestoría. Pretendieron hacer arrancar la moto, pero no pudieron. En ese momento, llegó la brigada de investigaciones y se inició una balacera que terminó con los dos delincuentes y el policía baleados.

 

 

 Cajal fue perseguido por personal de la Comisaría 50ª y del Comando de la Departamental 6. Fugó por la Ruta 93 y lo perdieron de vista por caminos vecinales de la localidad de Cañada del Medio. Lo buscan intensamente.

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