Nuestro Señor de los Milagros de Mailín convocó cerca de 250 mil “almas”, que este fin de semana se dieron cita en la localidad que lleva su nombre, para vivir la festividad más importante de la Diócesis de Santiago del Estero. Desde el jueves próximo pasado, los peregrinos fueron arribando a la Villa para cumplir sus promesas, o simplemente para pedirle al “Cristo Forastero” que los acompañe.
Los obispos de Añatuya y Santiago del Estero, Melitón Chávez y Vicente Bokalic, también estuvieron participando de la festividad y, acompañados por numerosos sacerdotes, celebraron las misas del sábado y de ayer, respectivamente.
La Eucaristía central tuvo lugar en la mañana de ayer, alrededor de las 10, y además de la imagen de Mailín también presentaron las figuras de la Virgen de Luján (ayer también fue su festividad); Nuestra Señora de la Consolación de Sumampa y la Virgen de Huachana. Asimismo, colocaron dos fotografías gigantes de Mama Antula y el Cura Brochero, que cada uno por su lado serán beatificados y canonizados este año.
Durante su homilía, Bokalic hizo hincapié en el Año Jubilar de la Misericordia, y pidió a los fieles “no mirar al costado”, ante los problemas de los hermanos. Las palabras del obispo fueron: “No caigamos en la indiferencia que humilla, abramos nuestros ojos para ver las miserias de nuestro mundo, sintámonos provocados por escuchar su grito de auxilio”.
Asimismo, remarcó: “Hay muchas desigualdades sociales, hay muchos que tienen mucho, y otros que tienen poco y nada. Debemos implicarnos en estas realidades. No podemos decir que somos auténticos adoradores del Señor de Mailín si no nos comprometemos en esas realidades. Necesitamos ensuciarnos, arremangarnos. No podemos mirar al costado cuando hay muchos jóvenes que caen en las drogas, porque no tienen otros horizontes y porque hay mercaderes que siguen enriqueciéndose a costa de tantos hermanos nuestros. Esto debe comprometernos a trabajar en estas realidades muy duras”.
“Nosotros tenemos que hacer las redes de acompañamiento. Este es el mensaje que necesitamos llevar desde Mailín. Paz para nuestros hogares”, señaló.
Al recordar la pronta beatificación de Mama Antula y la canonización del Cura Brochero, monseñor Vicente Bokalic afirmó que “Dios, en su providencia, no elige a los brillantes, a los que creen que se la saben todas. Elige a los pequeños, a aquellos que muchas veces son despreciados y ninguneados”.
Asimismo, dijo que la vida de estos dos servidores de la Iglesia Católica debe llenar de orgullo a todos los creyentes. “Son un regalo de Dios para nosotros, para que sigamos trabajando en este camino”, expresó el prelado ante la multitud que aplaudió con júbilo estas declaraciones, más aún viendo las imágenes de estas dos personas que marcaron una época en la Iglesia.
En otro tramo de la homilía, Bokalic recordó que hasta el 20 de noviembre “estamos llamados a vivir el Año de la Misericordia” y, sobre esto, ahondó: “Qué hermoso y qué bueno es volver sobre la Buena Noticia. Estamos llamados a una nueva evangelización. Desde Aperecida venimos diciendo que somos discípulos y misioneros de Jesús y debemos entender que esta fe, que es un regalo de Dios que nace de la predicación de la Palabra, esta fe se hace fuerte, es vigorosa y si la guardamos para nosotros comenzamos a perderla, por eso debemos anunciarla, compartirla con los hermanos”, remarcó el obispo.
“Este año, el papa Francisco nos invita a volver a la casa del Padre para experimentar el perdón. La cruz es el signo más grande del amor de Dios, experimentar esta misericordia del amor de Dios debe llevarnos a ser misericordiosos con los hermanos y esto debe traducirse en obras de justicia que no sólo deben ser sentimientos de deseos, sino que debemos pasar a la acción”, exhortó.
Además, dijo que “cada encuentro en Nuestro Señor de los Milagros de Mailín es renovar la creencia en este camino, hoy mirando al Cristo Forastero le decimos ‘Señor tú eres el camino, la verdad y la vida’, y mientras caminamos en nuestras vidas necesitamos experimentar este mensaje. Necesitamos ser misericordiosos como el Padre”, recalcó.
Evangelio
A continuación se refirió al pasaje del Evangelio que —según el año litúrgico— correspondía a San Lucas. En este sentido, indicó: “Venimos a confesar y a proclamar de nuestros labios algo que brota de nuestro corazón. Jesús es nuestro único amo y señor, es el señor de nuestras vidas, de nuestros proyectos, trabajos, sufrimientos y luchas”.
“El Evangelio de Lucas que acabamos de escuchar son las últimas instrucciones que les daba Jesús a sus discípulos antes de ascender a los cielos. Jesús les decía esto a sus amigos, que el Mesías debía sufrir, resucitar y comenzando por Jerusalén en su nombre debía predicarse a todas las naciones la conversión para el perdón de los pecados, y así lo hicieron ellos. Así debemos hacerlo nosotros”, sostuvo el prelado durante la misa central, celebrada en el templete de Villa Mailín.
Sobre el pasaje del Nuevo Testamento, Bokalic dijo que “Jesús les había abierto la inteligencia a los discípulos para poder entender las escrituras. ‘Lo que hemos oído, visto con nuestros propios ojos, lo que hemos tocado con nuestras propias manos, con la palabra de vida os lo anunciamos’, ese fue el mensaje que ellos comunicaron a las naciones, y estos apóstoles no comunican cualquier cosa, fueron enviados a anunciar lo que vieron. El día que Jesús ascendió a los cielos dijo ‘esperen que mi Padre les enviará el Espíritu‘, les va a hacer conocer la verdad y ellos se sintieron tocados por eso”, sostuvo Bokalic.
Comunicaciones
Además, recordó que en la jornada de ayer, la Iglesia Católica celebró el Día de las Comunicaciones Sociales, por lo que saludó a los medios de prensa que se encontraban allí. “Les pedimos que sean servidores de la verdad, que sean la voz de los que no tienen voz, de los que no son escuchados.
Rezamos por ustedes y les pedimos que sean promotores del encuentro, cuidadores de vida, que promuevan los gestos de vida que hay entre nosotros”, explicó Bokalic.
Bicentenario
Tras referirse a las comunicaciones, recordó que nuestro país se encuentra celebrando el Bicentenario de la Independencia, por lo que el mes próximo se realizará el Congreso Eucarístico Nacional en Tucumán. En este contexto, el obispo diocesano indicó: “Queremos hacer memoria de esos hombres que tenían que diseñar el país, que tenían que jugarse en un momento de muchas dificultades, pero tenían que ser firmes para declarar la Independencia de esta Patria querida, amada. Esta Patria que necesita que nos llenemos del espíritu de esos hombres”.
