BUENOS AIRES.- A solo unas horas de que Boca enfrente al Deportivo Cali, en el marco de la Copa Libertadores de América, el estado del campo de juego es verdaderamente preocupante ya que los laterales están cubiertos de barro.
Ningún esfuerzo ha dado sus frutos, desde el secado con ventiladores, hasta colchones viejos de la pensión "xeneize". Esta noche, cuando el conjunto dirigido por Guillermo Barros Schelotto salga al campo de juego, será un desastre.