Durante el Viernes Santo, el Papa Francisco recordó a todos los cristianos que son perseguidos y a los refugiados y clamó también contra aquellos que generan sufrimiento, como los curas pedófilos y los terroristas.
“Los ministros infieles que, en vez de despojarse de sus propias ambiciones, despojan a los inocentes de su propia dignidad”, fue lo que dijo el Sumo Pontífice durante su discurso.
En este marco, Francisco condenó también la “conciencia insensible y anestesiada” de Europa ante el drama que se vive día a día por los refugiados.
"¡Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en nuestro Mediterráneo y en el mar Egeo, convertidos en un insaciable cementerio, imagen de nuestra conciencia insensible y anestesiada!", clamó el Papa en una clara crítica al cierre de fronteras y al rechazo hacia los inmigrantes y refugiados.
Y repudió la "violencia sin precedentes" de los terroristas islamistas, señalando que los seguidores de religiones que llevaron adelante actos de fundamentalismo o terrorismo profanan el nombre de Dios, reporta Infobae.
El papa Francisco encabezó la ceremonia del Vía Crucis en el Coliseo de Roma, en el primer servicio religioso al aire libre de Semana Santa del pontífice ante una gran multitud desde los atentados en Bruselas que obligaron a diversos países de Europa a reforzar sus medidas de seguridad.
Provistas de velas y libros de oración, miles de personas asistieron a la procesión de antorchas encendidas durante la noche, en la que prevalecía un clima templado. Los creyentes de diversas partes del mundo se alternaron para cargar una cruz ligera a fin de recordar el sufrimiento de Jesús el día de su crucifixión.
