Luego de casi dos meses viviendo en Colombia, Alejandro Fantino vuelve al frente de Animales Sueltos (América) esta noche desde las 23.30. Y anunció vía Twitter el nuevo panel que se sumará al ciclo de entrevistas, que conduce desde 2009.
La gran novedad es la incorporación de Eduardo Feinmann, quien tras su polémica salida de C5N, tendrá un rol como panelista. El escritor Jorge Asís, uno de los más entrevistados por Fantino durante 2015, se suma como otro panelista fijo.
Junto a ellos estarán el economista Juan Carlos de Pablo y el analista político Sergio Berenztein. Como siempre, la cuota de humor la pondrá Coco Sily, quien tal como ocurrió en 2015, estará sólo algunas noches por semana.
Este año no habrá bellas mujeres, como Luciana Salazar en su momento, y decanta el programa por el análisis político buscando más rating.
Recordemos que el conductor del ciclo estuvo un largo tiempo en Colombia grabando el reality Escuela para maridos (Fox Life), y después aprovechó para tomarse unos días de descanso en Cartagena junto a su mujer Miriam Lanzoni, quien también está en aquel país grabando una telenovela. El conductor habló de su estadía en Bogotá. “Es la primera vez que Fox Internacional pone a un extranjero a conducir envíos locales. A veces no caigo. Es nivel Champions League”, expresó.
Y añadió: “Eso sí, también es duro porque estoy solo, y acá no soy nadie en ningún lado. No me conocen. Por eso me entreno más para ser mejor en lo mío. Salgo de mi zona de confort”.
Fantino señaló que allá no lo conoce “ni Cristo”. “Voy al supermercado y saco conversación yo con el que acomoda las góndolas y hay veces que los tipos me miran como diciendo: ‘Dejame de romper las bolas y seguí cargando naranjas’”, relató.
Dejando en claro que la gente de Colombia “es muy agradable y educada”, lanzó otra divertida anécdota. “El otro día estaba viendo cómo entrevistaba un periodista de Colombia a un ministro. Me puse detrás de cámara a tratar de aprender cosas nuevas. Vino el asistente de él y me preguntó: ‘¿Usted quién es, es del programa?’. Le dije que no, que soy un conductor argentino que estaba viendo cómo trabajaban. Me respondió: ‘Entonces salga. En una nota debe haber silencio’.
Le pedí perdón y enfilé para la salida. Pero cuando me estaba por ir me preguntó a qué me dedicaba específicamente, y cuando le dije, me dejó quedarme pero sin abrir la boca”, contó.
