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Año bisiesto: Año siniestro o año de mitos

Cada cuatro años se agrega un día más a febrero y cuando eso sucede llegan los rumores: esperan catástrofes y niños que nacen con poderes sobrenaturales.

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A??O BISIESTO Crédito: Año que tiene 366 días en lugar de 365, en el que febrero tiene 29 días en lugar de 28.

La llegada del 29 de febrero puede ser motivo de celebración o de nerviosismo. Los años bisiestos tienen curiosas tradiciones, pero también hay grandes catástrofes. Es que la excepción siempre motiva la atención, y este año toca un día más.

 

Los años bisiestos tuvieron su origen hace más de cuatro siglos, cuando en 1582 el Papa Gregorio XIII reemplazó el impreciso calendario Juliano por el calendario Gregoriano. Desde ese entonces, cada cuatro años se añade un día más al mes de febrero.

 

"Nuestros días están definidos en términos de las rotaciones de la Tierra y nuestros años en términos de la traslación de la Tierra alrededor del Sol. Una vuelta de la Tierra toma 365 días 5 horas y 57 minutos y, como no es número entero, las horas y minutos sobrantes se acumulan", explica el astrofísico Andreas Reisenegger.

 

Esta es la razón por la cual cada cuatro años se aplica esta corrección de "tiempo sobrante" sumando el día 29 al calendario.

 

Desde su aparición se dice que los años de 366 días están ligados a malos augurios y presagios. Aunque parezca sorprendente, los acontecimientos de la historia se han encargado de reafirmar la creencia popular de que en este tipo de años ocurren grandes desgracias, como la Primera Guerra Mundial en 1914, la cruenta Guerra Civil Española que de 1936 o la apertura del campo de concentración de Auschwitz en 1940.

 

Sumado a esto, connotados asesinatos como el de John Lennon (1980), Robert Kennedy (1968), Martin Luther King (1968) y Mahatma Gandhi (1948) han sucedido en años bisiestos, lo que alimenta las sospechas de las personas. "Cualquier cosa fuera de lo normal, la gente tiende a asociarlo a supersticiones, pero no tiene ninguna base científica", afirma Reisenegger.

 

Aunque la ciencia lo descarta porque se trata de una corrección del calendario, Cristián Simoneti, antropólogo y académico chileno, asegura que el conocimiento sobre la naturaleza es una mezcla entre las supersticiones y las ciencias exactas. "Sería un error pensar que solo la ciencia moderna apunta hacia la verdad y no se rige por el conocimiento popular y supersticiones".

 

Antiguamente se pensaba que los nacidos en años bisiestos podían poseer poderes sobrenaturales o malignos. Hoy no existe esa connotación negativa, pero nacer un 29 de febrero sigue siendo algo especial. En Irlanda existe la familia Keogh, en la que miembros de tres generaciones nacieron en dicho día.

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