Las aguas australianas están infestadas de tiburones que llegan allí en verano en busca de zonas más cálidas.
En la oportunidad, un grupo de personas se encontraban sobre un bote pescando, cuando de repente un tiburón blanco apareció.
Como el hombre ya había capturado un pez, no tuvo mejor idea que alimentarlo y casi ocurre lo peor.