Los conmovidos familiares de un joven de 23 años que murió pocos días atrás en un accidente hicieron abrir su ataúd alegando que en el cementerio el chico "respondía a preguntas que le hacían dando golpes en el cajón". El insólito hecho ocurrió en la localidad de El Volcán, provincia de San Luis.
Según informa Cadena 3, esto sucedió el pasado lunes cuando los parientes del joven Miguel Ángel Heredia aseguraron haber oído golpes provenientes de su féretro.
Fue un primo del joven quien dio el alerta, asegurando que junto con otro primo y un cuñado fueron al cementerio y oyeron los los extraños sonidos.
"Hablándole al cajón le dije: '¿Estás bien, primo? Golpeame una vez si me escuchás'. Y respondía al golpe. Nos empezamos a mirar entre nosotros porque no podíamos creer lo que sucedía", relató Federico Maidana.
Pocos minutos después oyeron golpes de nuevo. Atónitos, le pidieron que golpeara otra vez: "'Negro, si necesitás ayuda golpeame cinco veces', y efectivamente respondió con cinco golpes por lo que decidimos acudir a la Comisaría para solicitar ayuda. Primero nos tomaron en broma, pero agarraron las linternas y nos acompañaron, porque ya se hacía de noche".
La Policía misma corroboró que, efectivamente, con los ruidos que se oían parecía que el chico les respondía a preguntas que le hacían dando golpes en la madera.
Ante la desesperante situación, efectivos de la Subcomisaría 2ª de El Volcán solicitaron a la Justicia que los autorice a exhumar el cuerpo. Ésta se llevó a cabo, y ante testigos descubrieron que el joven no estaba vivo, y que su cuerpo estaba en estado de descomposición.
¿Qué fue entonces lo que pasó? Tras realizar averiguaciones con forenses y casas fúnebres, la jueza del Crimen Nº 3 Virginia Palacios —quien autorizó la apertura del ataúd— explicó que los ruidos provenían de gases de putrefacción.
