En la mañana de ayer y en el marco de la causa que investiga el brutal asesinato de la empresaria Estela López de Auad, abogados del foro local cuestionaron “acosos policiales” que sufrió un empresario de origen cordobés, pero con domicilio laboral en la ciudad de San Miguel de Tucumán, además de solicitar la suspensión de una pericia (hisopados bucales).
Los doctores Adolfo Darío Suárez y Juan José Saín presentaron poder para representar a Eduardo Alfredo Cisterna, un empresario vinculado a Estela López, sobre el quien —al parecer— recaerían algunas sospechas por parte de los investigadores del homicidio, “toda vez que el 24 de diciembre del año pasado fue sometido a interrogatorios, en tanto que el 12 del corriente iniciaron una pericia (hisopados) luego de que nuestro representado prestara testimonio en la causa”, indicaron los letrados.
Los profesionales reservaron la impugnación “de nulidad absoluta de tales interrogatorios y también del Test de Rorschach (evaluación de personalidad mediante la exhibición de láminas que presentan manchas de tinta)”.
Suárez y Saín advirtieron que “el oficial Sonsogni de la División Homicidios —mediante un llamado telefónico— hizo saber a Cisterna que el día indicado debía comparecer para prestar testimonio, por lo que nuestro pupilo viajó desde Tucumán de inmediato y al llegar se lo condujo a oficinas del Cuerpo Médico Forense para la extracción de muestras, y luego a la dependencia policial para receptarle el testimonio. La revisión médica se realizó en forma secreta, sin previo notificar a sus abogados o a la defensora oficial”.
“Tampoco se dejó constancia de que la pericia se realizaba de manera urgente, a fin de que pueda contar con asistencia técnica posterior a su realización”, acotaron.
Los profesionales denunciaron que “desde el primer día los funcionarios policiales han brindado un trato hostil, prejuicioso y arbitrario a Cisterna, e incluso el día del velorio, al que asistió nuestro pupilo, un funcionario policial lo abordó en el auto en que se conducía con su hija, y lo invitó a acompañarlo a la División Homicidios, donde estuvo demorado 4 horas, sometiéndolo a interrogatorios policiales ilegales y no documentados en la causa, siendo sindicado como principal sospechoso en distintas ocasiones recurriendo a la práctica de suspicacias”.
