Un grupo de niños que se encontraba jugando ayer en inmediaciones del canal San Martín y calle Formosa advirtieron la presencia de un cuerpo en las aguas del cauce artificial revestido. Primero pensaron que se trataba de un muñeco, pero al acercarse comprobaron que era una persona. Los chicos corrieron hacia sus casas y comunicaron el hecho a sus padres.
Eran aproximadamente las cuatro de la tarde cuando se alertó a la Policía. Al lugar acudieron las autoridades de la Comisaría Décima, quienes determinaron que se trataba de una persona sin vida. El cuerpo se encontraba entre basura que es arrojada por los vecinos que residen en ambas márgenes del canal.
El hecho generó la llegada de la jueza del Crimen de Quinta Nominación, Rosa Falco, quien ordenó que se realizaran todas las pericias correspondientes para determinar qué es lo que sucedió en el lugar que terminó con el hombre sin vida en el curso artificial de agua.
La víctima fue rescatada por el Grupo Especial de Rescate (GER) y fue identificada como Ricardo Jiménez (45 años), quien se domiciliaba en calle 421 casi Oncativo de la zona oeste de la ciudad Capital.
El cuerpo fue examinado por el médico de policía, quien diagnosticó que Jiménez llevaba entre 6 y ocho horas de fallecido. Asimismo, observó que presentaba un pequeño golpe en el rostro, aunque podría ser producto de la caída y el impacto con el revestimiento del canal.
De acuerdo con las averiguaciones policiales, la víctima tenía problemas de alcoholismo, además de ataques de epilepsia que podrían haber sido la causa por la que terminó cayendo al canal y por lo que no pudo salir del cauce, ya que no tenía mucha agua. Otra de las hipótesis es que podría haber caído desde el puente peatonal, que está roto, y que se encuentra a unos 40 metros del lugar donde fue hallado.
El hombre, según los vecinos, se lo veía deambulando en malas condiciones por distintos lugares de la zona oeste. “Varias veces llegó golpeado a mi casa del pasaje 421; yo lo bañaba y lo curaba”, dijo su hermana Julia.
