El poeta santiagueño, Sergio Suarez, oriundo de Añatuya escribió una poesia sentida y con dolor entre sus líneas. La redacción literaria se creo en honor a los bailarines de Salavina que fallecieron en la tragedia vial en la Ruta 34.
Suárez, comienza su obra con: "Qué triste el silencio en Salavina…No hacen ruido ni las chicharras, el alma de don Sixto contempla fundas negras sobre las guitarras…
Quichuista pueblo de mil años, tus hijas se fueron a bailar… al Olímpo, al ades, a la masa angelical, tumbado un bombo parece sangrar, porque están llegando los dolientes,
en negra fila, de negro luto, al funeral… Salavina, sequedad de un grito que se pierde, en la maraña boscosa, de tus muertos hijos, que verán por siempre, cuando retumben las cajas
esas cajas de ardiente pregon vidalero, volverse brasa tu Salavina cuando bailen todas tus niñas girando sin parar por mi Santiago querido en cada festival..!!!".